Puigdemont equipara a los etarras con los golpistas reclamados por la justicia

Esto de equiparar a los etarras con los golpistas catalanes es una cosa curiosa. Es decir, en ambos casos hablamos de delincuentes, de huidos de la justicia o de personas fuera de la ley, pero pareciera que compararse con la ETA no resulta en principio una buena elección, salvo al parecer para el fugado Puigdemont. La noticia es que el ex presidente golpista de la Generalidad ha sumado su apoyo a la manifestación que Bildu ha organizado a favor de los presos de ETA el día 13 en Bilbao.

Puigdemont apoya una marcha en Bilbao a favor de los «derechos» de presos etarras. https://t.co/klTYgfY0g2

— THE OBJECTIVE (@TheObjective_es) January 9, 2024

En un comunicado, Sare ha agradecido públicamente el compromiso de Puigdemont y otros representantes en el Parlamento Europeo de ERC, BNG y Podemos exigiendo el final de la «excepcionalidad penitenciaria» que dicen que se continúa aplicando a los presos no arrepentidos de ETA y en favor de «la resolución definitiva que posibilite que presos, exiliados y deportados vascos regresen a casa».

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Salta a la vista por tanto no sólo que Puigdemont se identifica con los presos de ETA, sino que a los terroristas fugados los considera exiliados y deportados, una categoría en la que de algún modo se incluye a sí mismo junto a ellos como padecedor de la misma injusticia

“Konponbiderako Giltzak” manifestuari eta Urtarrilaren 13an Bilbon Sarek antolatu duen manifestazioari sostengua adierazi diote 15 eurodiputatuek.https://t.co/iAXwoyZj2L pic.twitter.com/7ysNQRlKrN

— SARE_Konponbiderako #Giltzak 🔑 (@sare_herritarra) January 9, 2024

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Tenemos por un lado, por tanto, a Puigdemont comparándose con la ETA y manifestándose a favor de sus presos y de la impunidad que la izquierda abertzale exige para ellos, y por otro considerando a los terroristas como exiliados y deportados, cuando se trata de delincuentes buscados fuera de España por delitos gravísimos de los que todavía no han respondido.

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Todo lo anterior debe servir para visualizar hasta qué punto Puigdemont es un enemigo de España, de la democracia y de la libertad. Puigdemont es un delincuente y un sujeto peligroso, no un extavagante locuelo. Puigdemont desató una situación que podía haber acabado en un baño de sangre, como han acabado otras situaciones y declaraciones semejantes a las que él hizo en otros momentos y en otros lugares del mundo. Que ahora Puigdemont se alinee con la ETA es sólo una confirmación del carácter fanático y peligroso de este sujeto. Eso sí, al menos nos da la facilidad de ser él mismo el que se mete en ese mismo saco para que no parezca que somos los demás los que forzamos esa identificación.

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