Los medios se hacen eco en las últimas horas de algunos de los datos del último boletín del Banco de España, en el que por ejemplo se refleja que los beneficios de las empresas españolas han subido un 95% en el último año. El escándalo está servido para una sociedad que en general ya parte de un sentimiento de desconfianza o hasta odio hacia las empresas. ¿Cómo van a negar las empresas una subida salarial del 10% con esta inflación si sus beneficios crecen al 95%?
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Lo cierto es que los datos del boletín del Banco de España contienen la propia refutación del “escándalo”, siempre que se quiera buscar esa refutación. De este modo, lo que observamos es que los resultados de las empresas españolas cayeron durante la pandemia de 2020 casi un 60%, en 2021 subieron alrededor de un 30% y este año están subiendo un 95%. O dicho de otro modo, si en 2019 los beneficios eran 100 euros, en 2020 pasaron a ser 60, en 2021 pasaron a ser 78 y en 2022 pasaron a ser 150. O dicho todavía de otro modo. Sin pandemia de por medio, si en 2019 las empresas ganaban 100 euros, en estos 4 años habrían ganado 400 euros. Por el contrario, ganaron 100 en 2019, 60 en 2020, 78 en 2021 y 150 en 2022, o sea 388 euros. ¿Se han disparado los beneficios escandalosamente o en realidad todavía no hemos recuperado la normalidad prepandémica?
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Todas las estadísticas de los últimos 3 años vienen afectadas por una cierta anormalidad, ya que la pandemia paralizó la actividad y el consumo severamente en 2020, y todavía algo en 2021, generando un efecto presa. Cuando se abrió la presa a finales de 2021 y en 2022 todo el “agua” acumulada produjo una riada en forma de recuperación, pero ni aquella paralización ofrecía lecturas normales, ni consiguientemente lo han sido tampoco las de la recuperación. Es la primera vez en la historia que se para el motor de la economía y después se vuelve a arrancar por una pandemia. Los datos económicos de los últimos años pueden ofrecer maravillosos titulares, pero no reflejan la actividad económica normal ni permiten extrapolar conclusiones a periodos de normalidad.
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El gráfico anterior, por ejemplo, permite fabricar un titular acusando a Inditex de haber triplicado su beneficio en 2021. Lo cierto es que esa triplicación no se explica sin el desplome anterior e incluso con esa triplicación no se recuperan hasta este año los niveles previos a la pandemia. Pero Amancio Ortega es un terrorista.
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Por lo que se refiere a los salarios, resulta muy fácil sesgando los datos anteriores hacer demagogia. Que Inditex triplique los salarios, ya que triplica los resultados. ¿También hubiera tenido que rebajarlos a un tercio de su cuantía cuando se desplomaron las ventas? Si un año una empresa tiene pérdidas, ¿puede dejar de pagar los salarios? Los salarios, por lo demás, ¿acaso no tienen nada que ver con la productividad, la cualificación, la inmigración y la oferta y demanda del mercado laboral?
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La maldad de los empresarios es una teoría estupenda porque lo explica casi todo sin esfuerzo, pero casi todo lo explica mal.
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Un comentario
Curiosamente este es el mismo procedimiento que utiliza el gobierno para ensalzar sus logros. Es decir, partiendo de la situación postpandemia, que fuimos de los que más bajan, el crecimiento es más significativo que aquellos que bajaron menos. En el caso de los empresarios se hace demagogia populista, pero en la del gobierno se ensalza su “brillante gestión”.