A principios de mes el grupo municipal de UPN en el Ayuntamiento de Carcastillo denunció que la alcaldesa de la localidad, Olaia Fraile (Independientes de Carcastillo), había llevado a cabo un uso privado, inapropiado y nocturno de las piscinas municipales de Figarol, a las que la alcadesa accedió durante la noche para darse un bañito con un concejal. Si los efectos del baño fueron refrescantes o todo lo contrario se dejó en las redes sociales a la imaginación del personal. La alcaldesa pidió disculpas, pero no dimitió.
UPN denuncia que en un pueblo de Navarra "la alcaldesa usa la piscina para fines privados por la noche" https://t.co/1nF3TKDDzf
— Navarra.com (@navarra_com) September 1, 2023
El caso es que según se ha publicado una situación similar se ha reproducido en Fontellas, en donde un concejal socialista de 44 años entró con un grupo de personas, entre ellas menores, a darse de madrugada un baño en ropa interior en la piscina municipal.
Se niega a dimitir el concejal socialista en Navarra que prometía transparencia y acabó colándose en ropa interior con menores en la piscina municipal. 🙈
https://t.co/g4mngLOBxe vía @larazon_es
— Benita dos Carallos (@criaturina) September 16, 2023
Naturalmente el interfecto no ha dimitido. ¿Y por qué iba a hacerlo si la alcaldesa de Cascastillo tampoco dimitió? ¿Pero quién dimite en este país? En una de las pocas intervenciones valiosas de su vida, Pablo Iglesias señaló que en política las responsabilidades se asumen dimitiendo, claro que ni su partido ni su familia son en este sentido un modelo ejemplar. El caso es que nuestra clase política vive no ya al margen de las responsabilidades políticas, sino hasta de las penales, y no precisamente en asuntos menores, como para pedirle cuentas por el uso inadecuado de una piscina pública.
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Puede parecer exagerado, ¿pero qué hubiera pasado si en ese ambiente festivo fuera de horario, sin socorrista y acaso con alguna copa de más se ahoga un paisano, se rompe el brazo un menor o se produce una denuncia de agresión sexual? ¿Y con qué legitimidad el Ayuntamiento de Carcastillo o el de Fontellas, que seguro que con los ciudadanos son implacables, van a exigir a los administrados el cumplimiento de las normativas, de los pagos y de la ley?
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Y si no dimitió la alcaldesa de Cascastillo, ni dimite el concejal de Fontellas, ¿qué alcalde o concejal navarro se va a privar en el futuro de usar la piscina municipal a sus anchas para su disfrute particular? ¿Entradas? ¿Horarios? ¿Seguridad? Todo eso es para los lacayos, no para el mandarinato local. Vista la impunidad, tonto será el político en una localidad con piscina que el verano que viene no entre cuando quiera, con quien quiera, como quiera, a hacer lo que quiera en la piscina o en cualquier otra instalación municipal. Seguro además que quitando el tema de las piscina son extremadamente escrupulosos en todo y que esta bendita despreocupación por el uso de lo público y por las normas que se les imponen a los demás no es una actitud general.
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Un comentario
Socialismo, Disfruten de lo votado, mientras puedan.