Esto apesta desde 2024. Podemos decirlo tranquilamente porque en enero de 2024 ya lo estábamos denunciando. Según había publicado Diario de Navarra, el presidente de la mesa de contratación propició con sus votos que las obras de los túneles de Velate se concedieran a Acciona en vez de a Mariezcurrena. La mesa estaba compuesta por ocho personas, incluyendo 5 técnicos y expertos en obras, más el letrado, el interventor y un representante de la Junta de Contratación. Los encargados de puntuar las 7 ofertas para hacer la obra fueron los 5 técnicos, uno de los cuales era el presidente de la mesa. Pero la votación no se llevó a cabo, según denunció el interventor, “con garantía de imparcialidad objetiva”. Cuatro de los técnicos hicieron su valoración de forma independiente, sin comunicación entre ellos, y la remitieron al presidente de la mesa. El presidente de la mesa, sin embargo, hizo su valoración a la vista de las valoraciones de todos los demás. No sólo eso. La valoración de los otros 4 técnicos convertía en ganadora a la oferta de Mariezcurrena, mientras que los votos del presidente, conociendo ya los votos de los demás, dieron un vuelco al resultado y convirtieron en ganadora a la oferta de Acciona. El presidente no sólo sabía el resultado, sino en qué apartados tenía dar más votos a Acciona o menos a Mariezcurrena para dar un vuelco al resultado. Todo lo demás ya es historia, incluyendo que Cerdán era el copropietario de la empresa beneficiada, que la empresa beneficiada se publicitaba en el pantalón de aizkolari de Koldo García o que la mujer de Alzórriz estaba también enchufada en la misma empresa. No sólo eso, el ilustre presidente de la mesa que decantó la votación tenía que haberse jubilado por ley hacía 3 años y el Gobierno de Navarra, presidido por Chivite y cuya consejera de Hacienda era Elma Saiz, tuvo que añadir una disposición adicional a los Presupuestos de Navarra, año tras año, especialmente diseñada para exceptuar esa jubilación. Ha tenido que intervenir todo el mundo de Chivite para abajo, y de abajo hasta Chivite, para que Cerdán pudiera llevarse la millonaria adjudicación. ¿Cómo no va a dimitir Chivite? El caso Velate no podría haber tenido lugar sin la participación política de todo el gobierno foral.
La noticia de ayer, porque ya no hay día sin sobresalto, es que Ramón Alzórriz, el número 2 del PSOE en Navarra, le confesó a María Chivite que su mujer era trabajadora de Servinabar, vaya por Dios entre 2021 y 2024. Navarra es un pañuelico. Servinabar tenía casi literalmente 4 empleados y uno de ellos era la mujer de Alzórriz. Por lo demás, cada vez que Alzórriz abre la boca sube el precio de las criptomonedas. De este modo, Alzórriz contó ayer en sus explicaciones que fue él quien se dirigió al presidente de Servinabar, Antxon Alonso, a explicarle que su mujer buscaba cambiarse trabajo porque cobraba poco, para que Alonso la contratara en Servinabar con un sueldo más elevado. Lo contó como la cosa más normal del mundo. O sea, que no es que la mujer de Alzórriz fuera echando currículums y casualmente acabara en Servinabar, sino que estaba enchufada en Servinabar. Que no es que Servinabar necesitara a un empleado y pusiera un anuncio para buscarlo, sino que Alzórriz fue a hablar con el dueño de Servinabar para buscarle un puesto. Y que de todas las posibles empresas de Navarra, Alzórriz fue a pedir un enchufe para su mujer con un buen sueldo a Servinabar. Menuda casualidad. Cabe añadir que Alzórriz no se ha marchado a su casa. Ha dejado su puesto de portavoz pero sigue siendo diputado, estando aforado y cobrando. Las cazadoras de 1.000 euros como las que le gustan no se pagan solas y a ver dónde metes a Alzórriz fuera de la política, ahora que ya no puedes meterlo en Servinabar, cobrando lo que está ganando en política. Si Alzórriz ha perdido la confianza de Chivite, ¿por qué sigue como diputado? ¿Por qué se va pero poco? Existe otra pregunta interesante sin embargo y es por qué la pareja de Alzórriz abandonó oportunamente Servinabar en 2024, cuando empezaron a salir todos los trapos sucios. ¿No decían que no sabían nada? ¿Fue una medida de protección al empezar a temer que todo lo relacionado con Servinabar llegara a saberse? Si no sabía que su amigo Cerdán era el dueño de Servinabar, ¿por qué y en virtud de qué fue a enchufar a su mujer justo a Servinabar?
Alzórriz por lo demás no es sino otra muestra del desparpajo con el que mienten o se hacen los indignados los socialistas hasta el momento mismo en que son pillados. Todo eran mentiras, todo eran bulos, los jueces estaban prevaricando, hasta que se descubre que Servinabar era el epicentro de la vida política navarra desde el año 2016, en que Cerdán pasa a ser propietario del 45%. Cuanto más tenían que esconder, más furibundo era su tono contra quien podía poner en peligro su chiringuito. No hay más que escuchar al propio Alzórriz para saber que en Navarra no se movía un ladrillo en una obra pública hasta que Cerdán movía y desbloqueaba el asunto.
Ahora sabemos que ponían tan alegremente la mano en el fuego todos unos por otros porque total si pillaban a uno caían todos. Nada evitaba por tanto no poner la mano en el fuego por el compañero si lo pillaban y nada añadía tampoco poner la mano cuando todo se descubriera. Poner la mano en el fuego por otro sólo implica jugarse algo cuando eres honrado. Por otro lado da igual poner la mano que no ponerla si aquí nadie ha asumido ningún tipo de responsabilidad política por ponerla. Lo que en todo caso tenemos todos claro a estas alturas con las fechas que ya manejamos (Cerdán entró en Servinabar en 2016) es que había que pactar a toda costa con Bildu para llegar al gobierno.
En el pacto piloto con Bildu en Navarra, precedente experimental para el pacto en el conjunto de España, parece ser además que de nuevo jugó un papel relevante Antxon Alonso, el dueño de Servinabar amigo y conciudadano de Arnaldo Otegui. Está claro que el interés por pactar con Bildu, del que Cerdán era máximo exponente, iba mucho más allá de lo político, ya que para todos los presumibles pelotazos había que estar en el poder y sólo se podía llegar al poder de la mano de Bildu. En el gobierno de Chivite, por consiguiente, todo se divide entre lo que ya sabemos que está corrompido y lo que está bajo sospecha de estar corrompido.
Chivite alega para justificarse y no dimitir que no sabía nada pero en primer lugar eso ya es sólo una hipótesis. Tras todo lo publicado no sólo es legítimo sino inevitable preguntarse por hasta qué punto estaba implicada, participó o sabía o no sabía nada Chivite. Si por otra parte Chivite efectivamente no se hubiera enterado de nada de lo que está pasando, no ya desde 2016 sino desde que el escándalo es vox populi en Navarra y en todos los medios forales no comprados por el gobierno, es que Chivite se encuentra totalmente inhabilitada para ser la presidenta de Navarra.
Los navarros tenemos derecho a no tener que vivir dudando si la presidenta es una inútil o una corrupta. Navarra tiene derecho a que su imagen de marca no se vea abochornada ni emborronada por este gobierno y sus escándalos. Navarra puede tener un gobierno de izquierdas o de derechas, pero no puede tener un gobierno bajo sospecha. Tampoco puede ser que el comportamiento de Chivite, como sucede con Sánchez, sea indistinguible del de alguien que fuera culpable y se estuviera parapetando en el cargo, por eso en los países desarrollados los gobernantes dimiten por responsabilidades políticas. Es por ello que Chivite tiene que dimitir de inmediato.
Más información relacionada:
Un comentario
Leyendo esta noticia pienso que los fusilamientos a la norcoreana tiene cierto sentido en ciertos delitos ¿Verdad?