Marruecos y sus misiles HIMARS

Hablar del sistema de misiles HIMARS (High Mobility Artillery Rocket System, o sistema de cohetes de artillería de alta movilidad) seguramente no es una novedad para los lectores que sigan atentamente la actualidad de la guerra de Ucrania. Estos sistemas de misiles HIMARS proporcionados por la OTAN a Ucrania se han convertido en un quebradero de cabeza para Rusia, así como elemento determinante en el fracaso de su ofensiva. Los HIMARS son unas lanzaderas de misiles sobre camiones que por tanto resultan extraordinariamente maniobrables, fáciles de mover de un sitio a otro, muy capaces de lanzar un ataque y cambiar rápidamente de posición. Por otro lado, se trata de misiles potentes y capaces de una precisión extraordinaria. A Ucrania sólo se le ha dotado de misiles con un alcance de 70 kilómetros, para evitar ataques en el interior de Rusia que puedan provocar una escalada del conflicto, pero los HIMARS pueden lanzar misiles con un alcance de hasta 300 kilómetros. Cuando hablamos de que son muy precisos, nos referimos a que pueden hacer blanco con un margen de error menor a 10 metros. Poder desplegar con un camión un sistema que en cuestión de segundos puede lanzar un misil a 300 kilómetros de distancia con una precisión de menos de 10 metros, y también en cuestión de segundos cambiar de posición y desplazarse a otro lugar para esconderse o seguir realizando lanzamientos, convierte a los HIMARS en un arma formidable. De hecho no consta fehacientemente la destrucción por parte rusa de ninguno de los HIMARS entregados a los ucranianos, mientras que los HIMARS han provocado estragos a los rusos y les han obligado a revisar todo su operativo logístico. Desde que los ucranianos cuentan con los HIMARS, los rusos no pueden acometer grandes acumulaciones de munición, combustible, tropas o material a menos de 70 kilómetros del frente, o ese punto de concentración rápidamente resulta atacado con mortal precisión y eficacia por los HIMARS. Esto podía ser algo más o menos interesante sólo para los amantes de las cuestiones militares pero resulta que acaba de anunciarse la posible compra por parte de Marruecos de un importante lote de este tipo de armas a los EEUU.

La mala noticia es que todo el sur de España, por supuesto también Canarias, incluyendo importantes bases militares, quedarían bajo el radio de acción y la amenaza de estos sistemas HIMARS. Contra lo que suele afirmar la propaganda, parece que los ataques de este tipo de misiles no pueden neutralizarse eficazmente con sistemas de misiles antiaéreos. De este modo, los mismos problemas que Rusia estás teniendo con Ucrania los tendría España en un hipotético conflicto con Marruecos. Si interceptar los misiles una vez lanzados es una misión casi imposible, localizar las lanzaderas y destruirlas tampoco debido a su movilidad resulta asunto sencillo. La cuestión en definitiva es que los HIMARS dotarían a Marruecos de una capacidad ofensiva y una precisión que nunca hasta ahora había tenido contra España.

X

Afortunadamente la amistad preside las relaciones entre España y este vecino del sur. Las relaciones entre los gobiernos marroquí y español, dicho sea irónicamente, no pueden ser más estrechas. Hablar de Marruecos es hablar de un vecino, un socio y un aliado de la máxima confianza. Y quitando cuestiones como la soberanía de Ceuta, Melilla y Canarias, los españoles apenas tenemos conflictos de envergadura con nuestro simpático vecino alauita. Sometidos como ya estamos políticamente al capricho marroquí debido a la utilización de las avalanchas de inmigrantes como elemento de presión, no podemos sino lamentar este salto cualitativo de Marruecos en el terreno militar para rematar nuestra vulnerabilidad multinivel. El problema de cualquier política defensiva es que ser percibido como vulnerable es el paso previo a ser atacado. O sea, ser percibido como débil no necesariamente implica que va a llegar una agresión, pero sin ser antes percibido como débil no suele haber agresión. Ser percibido como débil es por tanto una mala política de defensa. A ello se añade que Marruecos es una régimen autrocrático en el que, si en un momento dado las cosas van mal y se produce un descontento popular, el recurso de manual es buscar un conflicto y un enemigo exterior. Ser muy superiores militarmente a Marruecos para evitar tentaciones no es una opción, es una necesidad.

X

 

Compartir este artículo
  • Navarra Confidencial no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores. Cada usuario es único responsable de sus comentarios
  • Los comentarios serán bienvenidos mientras no atenten contra el derecho al honor e intimidad de terceros, puedan resultar injuriosos o calumniadores ,infrinjan cualquier normativa o derecho de terceros , empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan contenidos de mal gusto.
  • Se procurará evitar en lo posible los comentarios no acordes a la temática publicada
  • Navarra Confidencial se reserva el derecho de eliminarlos

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Navarra Confidencial
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: info@navarraconfidencial.com.

NOTICIAS MÁS leídas

OPINIÓN

MULTIMEDIA

ANUNCIOS

HAZTE DEL CLUB AMIGOS DE NAVARRA CONFIDENCIAL

Con tu contribución, apostarás por un proyecto de análisis e información que defiende las causas justas, en pro del BIEN, la BELLEZA, la VERDAD y la LIBERTAD

Suscríbete a nuestro boletín