A la velocidad a la que se suceden los acontecimientos, ya parece olvidado lo poco que hace que nos indignábamos por la entrega de un palacete al PNV, por parte del gobierno de Sánchez a cambio de su apoyo al “decreto ómnibus”. Aquel palacete parisino lo entregó el PSOE al PNV pese a lo dictaminado por la justicia francesa y española, sin un proceso probatorio, sólo porque el PNV lo reclamaba y el PSOE necesitaba su voto. Por eso la entrega se hizo a través de este decreto y no de una forma reglada o a través de la vía judicial, como sería lo justo.
El Palacete de París que el PSOE intentaba regalar al PNV en el decreto ómnibus no pertenece al PNV.
— Partido Popular (@ppopular) January 25, 2025
Que no lo decimos nosotros, es la conclusión a la que llegó el Gobierno Vasco del PSOE en 2010.
Díselo, @patxilopez. pic.twitter.com/atjFe1wI0k
Cuando al PSOE no le salieron los votos por culpa de Junts y tuvo que recortar el decreto convirtiéndolo en “minibus”, el caso es que el palacete escapó al recorte como si su entrega al PNV fuera una cosa esencial e innegociable. De hecho es que seguramente lo era. Pero es que además ahora nos enteramos de que aquel decreto minibús también contenía la entrega al PNV de otros 3,8 millones por otros dos inmuebles en Francia, que también el PNV se atribuyó porque patatas con beicon.
#ÚltimaHora🔴 El PP votará a favor del nuevo decreto del Gobierno "por los pensionistas, los valencianos y los usuarios del transporte" aunque incluye el palacete del PNVhttps://t.co/HjvqyHSusz
— EL MUNDO (@elmundoes) January 29, 2025
Tengamos en cuenta que para el PNV la fronteras entre lo que es del gobierno vasco y lo que es del PNV parece tan borrosa como la frontera entre lo que es del gobierno español y lo que es del PSOE para Sánchez. Las disputas sobre la propiedad de los inmuebles se dilucidan en los tribunales, e incluso las leyes de memoria histórica y reparación prevén un proceso y una documentación. ¿Por qué uno evita un proceso administrativo o la vía judicial? ¿Por qué la clave de la entrega pasa de ser la posesión de un título de propiedad a tener los 7 votos que necesita el que te puede entregar lo que le reclamas mediante la firma de un simple decreto? Y ahora que el PSOE prácticamente ha liquidado el delito de malversación para comprar el voto de sus socios nacionalistas catalanes, ¿cómo llamamos a esto de comprar votos con el dinero de todos o de pagar por inmuebles a un propietario dudoso?

Por alguna extraña razón, por lo demás, hemos tenido poca noticia de esta segunda entrega al PNV añadida al palacete parisino. ¿Será porque Feijóo acabó doblándose ante la presión y apoyando el decreto minibús? Desde luego no parece que sea un asunto del que le interese mucho hablar ni al PSOE, ni al PNV ni ahora ya tampoco al Partido Popular. Silencio muy sepulcral.