La manifestación del sábado contra el gobierno de Pedro Sánchez constituyó un éxito clamoroso. Las imágenes hablan por sí mismas. La asistencia fue masiva, colorida y espectacular. A diferencia de cuando se manifiesta la izquierda o el nacionalismo, no se volcó una papelera y la calle estaba más limpia al terminar la manifestación que al empezar. Una movilización de esta magnitud no se produce sin un amplio hartazgo subyacente en la sociedad. Sánchez prefiere los halagos de Davos por seguir fielmente el programa dictado por los intereses de un pequeño politburó globalista, pero a lo mejor es a la población española a la que debiera escuchar. Mientras en Davos le lisonjean para premiar su sumisión, el pueblo español replica masivamente en la calle que las cosas no van bien. Los españoles ven en peligro su libertad y su prosperidad y salen en masa a manifestar su preocupación. Despreciarlos no puede servir más que para enardecerlos aún más. Toda esa gente no se va a quedar en su casa cuando haya que ir a votar. Si se desatienden sus reclamaciones, la masa se reafirmará y crecerá todavía más.
🚨#BREAKING: Tens of thousands of Spaniards have met at Plaza de Cibeles in #Madrid today to protest against the Sanchez government pic.twitter.com/ZGR4Ixd2Lg
— World Source News 24/7 (@Worldsource24) January 21, 2023
Haría bien en este sentido Pedro Sánchez en imitar a Feijóo. A la vista de la masiva respuesta del pueblo español a la convocatoria, el líder del PP se ha querido sumar a la marea con carácter retroactivo, con el pequeño inconveniente de que Feijóo evitó expresamente sumarse presencialmente a la manifestación y vetó la presencia en la misma de las principales figuras de la formación. Grave error porque primero desconectó con sus votantes y la sociedad, y segundo porque le regaló el éxito de la convocatoria a VOX. Ciudadanos también estuvo, pero Ciudadanos no está como para poder atribuirse el éxito de ninguna gran movilización popular. Eso sí, tuvo menos complejos Arrimadas que Feijóo. Resulta increíble que Feijóo evitara aparecer en la manifestación sólo para evitar que la prensa izquierdista y el gobierno le acusaran de protagonizar otra “foto de Colón”. Feijóo es un líder de plástico si la izquierda puede manejarlo a su antojo dicendo “foto de Colón”. No puede ser alternativa alguien que necesita tan desesperadamente la aprobación de los que tiene que sustituir. No puede pretenderse que la situación es gravísima pero no tanto como para salir a encabezar las manifestaciones en la calle.
X
Pedro Sánchez equiparó a los manifestantes del sábado con los manifestantes separatistas de unos días antes en Barcelona. Desde luego ya sólo por volumen la movilización en uno y otro caso no tuvo nada que ver. Tampoco respecto a su objeto, ya que unos querían una España unida y libre y los otros una república independiente y totalitaria. Pero es que además Sánchez gobierna de la mano de los primeros contra los segundos. O sea, Sánchez no es precisamente equidistante respecto a ambos grupos de manifestantes. El líder del PSOE también señaló que él representa a los que no se manifiestan que están entre los unos y los otros. O sea, que el perfil de los que se quedaron en casa y representa Pedro Sánchez son Almeida, Ayuso y Feijóo: difícil saber para quién es peor la conclusión.
X
Respecto a Podemos, todo su interés se centró en encontrar alguna bandera franquista entre los miles y miles de banderas españolas de la manifestación. Alguna habría, desde luego, puede que hasta convenientemente empuñada para la foto por algún activista infiltrado de Podemos. Las imágenes por lo demás hablan por sí solas y vuelve a ser de aplicación la teoría de la paella y la playa. Si aparecen dos granos de arroz en una playa no es una paella: no te comas la arena. Ante la escasez de banderas franquistas alguno tuvo que echar mano de lo que pudo encontrar, incluyendo una bandera con el águila bicrucífera, que para su lógica ignorante seguramente será una especie de águila bifranquista.
Las viejos odios franquistas del ultranacionalismo españolista se dan cita hoy en la manifestación catalanofóbica convocada por la ultraderecha en Madrid. pic.twitter.com/tkNZyzNvaG
— Lucio Martínez Pereda (@anluma99) January 21, 2023
La buena noticia es que una victoria electoral sobre el gobierno no es una cosa que cae del cielo, es el fin de un proceso y un camino jalonado por diversas etapas previas. La manifestación del sábado es una etapa en ese proceso de destitución democrática del gobierno, un jalón en el camino hacia la derrota electoral del gobierno. Y por el tamaño y el éxito de la manifestación parece que ha sido además un signo no pequeño de la derrota electoral hacia la que puede estar avanzando el sanchismo.
X