Seguramente querrán acabar con la violencia hacia la mujer, como dicen que quieren acabar con la pobreza, pero la realidad es que con sus recetas cada vez hay más pobres y cada vez hay más violencia contra la mujer. Esto no va de lo que dices que quieres hacer, sino de lo que realmente consigues. O así debería ser siquiera desde el punto de vista de los gobernados. Al menos si realmente de lo que se trata es de acabar con la pobreza, o de la violencia contra las mujeres. Donde nos lleva este gobierno “feminista” en realidad es a poner en la calle a los agresores sexuales y a acabar con el género femenino. Véase la última fechoría de las feministas, que es poner la protección penal a la mujer por debajo de la protección penal a los perros. Llamemos como queramos a eso, pero no feminismo.
El CGPJ avisa de que con la reforma prevista en el Código Penal de las penas por maltrato animal se podrá castigar más que un hombre maltrate a un perro que a su pareja https://t.co/8mGV8CQ5YL
— Europa Press (@europapress) November 21, 2022
Decíamos que seguramente este gobierno quiere acabar con el maltrato a la mujer, aunque no lo consiga, o aunque consiga todo lo contrario, pero tampoco podemos dar esto por totalmente seguro. Es decir, ahora mismo está a la vista que el resultado de la entrada en vigor de la famosa ley del “sólo sí es sí” es que muchos agresores sexuales se están viendo beneficiados. Si la prioridad de los partidos en el gobierno fuera la mujer, ya habrían reconocido el error y estarían trabajando para rectificarlo. Por el contrario, lo que están haciendo es mantener la situación, negar el problema y dedicarse a insultar a quienes se lo señalan. Por tanto a lo mejor quieren defender sinceramente a la mujer de los agresores sexuales, pero antes de eso está su afán de mantenerse en el poder y su soberbia, según hablemos del PSOE o Podemos.
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Respecto a poner la defensa de la mujer por debajo de la defensa de los perros, tampoco resulta del todo extraño, ya que el extraño feminismo que practica el gobierno consiste en defender a la mujer negando la existencia de la mujer, que es a lo que conduce en definitiva la ideología de género.
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Si cualquiera puede ser mujer por autopercibirse mujer, si ser mujer simplemente consiste en apuntarse en un registro diciendo que se es mujer, si se puede ser mujer con pene o sin pene, con tetas o sin tetas, con vagina o sin vagina, o un año sí y otro no, como cambiarse de chaqueta, entonces ser mujer es ser nada. O sea, si ser mujer puede ser cualquier cosa, entonces ser mujer no es nada. Todo es ser mujer y nada es ser mujer. El feminismo comenzó defendiendo a la mujer y ha terminado acabando con ella hasta como género, concepto y categoría. De hecho la idea de fondo es que hay hombres con pene y hombres con vagina, ya que la mujer era algo en que los hombres con pene convirtieron a los hombres con vagina para hacerlos sus esclavos. Devolver la libertad a las mujeres consistiría por tanto en volver a considerar a las mujeres como hombres con vagina.
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Así las cosas tampoco resulta tan extraño que los perros merezcan ser más defendidos por el Código Penal que las mujeres. Y es que la mujer está padeciendo por parte del izquierdismo un doble ataque en este momento. Primero el ataque general que está padeciendo toda la especie humana, hombres y mujeres, en virtud del cual se humaniza a los animales y se animaliza a los seres humanos para igualarlo todo por abajo. O ya ni eso, si los perros merecen ser defendidos por el estado más incluso que las mujeres. El segundo ataque, este ya específico contra la mujer, es el de negar que exista un género femenino. Un ser humano con pene que se autopercibe mujer es como un ser humano con dos ojos que se autopercibe como cíclope. No sólo es una tontería, aunque sea una tontería, es vaciar de contenido la idea de mujer o de cíclope y hacer indistinguibles a las mujeres y los cíclopes de los que no son mujeres ni cíclopes. En definitiva, con la izquierda en el poder la mujer es víctima de la oleada animalista en general, que nos rebaja a todos al nivel de los animales, y además es víctima de la ideología de género que le niega su naturaleza particular. Total, entre pegar a Ione Belarra y a su perra sale más barato pegar a Ione Belarra, porque el estado defiende más a su perra. Con defensores como estos, la mujer no necesita machismo.
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