La mafia no son sólo las cloacas del PSOE. El pasado fin de semana se vivió un episodio violento en el que una persona increpó y se encaró en un local de ocio de la localidad con la alcaldesa de Estella, de UPN. Una de las personas que acompañaba a la alcaldesa acabó golpeada en la cara por este energúmeno y teniendo que ser atendida (se le tuvieron que dar varios puntos en la herida). A consecuencia del ataque, la alcaldesa se encuentra de baja muy afectada por la agresión y la situación vivida.
ETA no existe y tal…
— @Pamplona1972 (@Pamplona1972) May 28, 2025
La alcaldesa de Estella (UPN) deja temporalmente el cargo tras recibir amenazas de los proetarras https://t.co/3PsEOBFFAl
Ya sólo lo anterior sería grave, pero es que esta agresión no se produce en la nada sino en un contexto muy específico. Desde luego la violencia de la izquierda abertzale cuenta con un amplio recorrido que nos llevaría remotamente muy atrás en el tiempo, pero en el caso de Estella y de la actual alcaldesa hay que remontarse al año 2023, cuando Bildu pierde la alcaldía de la localidad y se alza con ella UPN. Como todos sabemos, sólo hay paz social cuando gobierna la izquierda aberztale. O gobierna la izquierda abertzale, o hay tensión en la calle. O te presentas por la izquierda abertzale, o no puedes dedicarte tranquilamente a la política.
🔴 La Alcaldesa de Estella, Marta Ruiz de Alda, está sufriendo una campaña de acoso y derribo, siendo gravemente insultada por ser de UPN.
— UPN (@upn_navarra) May 28, 2025
Es intolerable.
Se trata de una estrategia de intimidación organizada por los que siguen sin aceptar la democracia.
No podrán con ella. pic.twitter.com/QgS574e62g
En el verano de 2024 se dispara la tensión cuando la alcaldesa no concede a las txoznas el espacio que estas demandan sino otro en una ubicación algo distinta. A partir de ahí la agresividad se dispara exponencialmente y simpatizantes de la izquierda abertzale llegan a boicotear la Bajadica del Puy. La alcaldesa y sus concejales tuvieron que abandonar la zona protegidos en el interior de furgonetas de la Policía Foral. Varias personas están siendo juzgadas por estos incidentes casualmente por estas fechas.
#UltimaHora #AzkenOrdua
— Festaro/Auzo News (@AuzoNews) August 2, 2024
❌️Se suspende la Bajadica del Puy por la tension que habia en la calle y algunos concejales y la alcaldesa han sido llevados escoltados dentro de furgonetas de Policia Foral.https://t.co/QvBczAmGWH #estella #lizarra #lizarrakojaiak #Navarra pic.twitter.com/ZxaHzsdO2i
Los investigados por la bajadica del Puy se niegan a responder a la juez https://t.co/f1dTrtaVUu
— Diario de Navarra (@DiariodeNavarra) May 23, 2025
El clima de hostilidad contra la alcaldesa incluye una canción, que es denunciada, en el que un grupo de la localidad de ideología fácilmente deducible proclama: “vamos a quemar el ayuntamiento”. En medio de todo el discurso de odio contra la alcaldesa la letra incluye ambiguas alusiones como “quítala”, “deshazte de ella” y “mátala”. El grupo asegura que se refiere a la fiesta en Estella, pero como poco UPN y el agresor de la alcaldesa parecen entender otra cosa.

No es por tanto sino tras todo esto que se produce el ataque a la alcaldesa y la agresión a su acompañante. El discurso previo de odio, el señalamiento de la alcaldesa y la estimulación de un ambiente agresivo no parecen ajenos en absoluto al suceso. El resultado es que, comprensiblemente afectada, la alcaldesa se encuentra de baja y ha tenido que ser sustituida en funciones por una concejal. ¿Quieres vivir en paz? Pues preséntate por Bildu. De hecho, no son pocas las localidades en las que la única candidatura que se presenta es Bildu. Como desgraciadamente tenemos que repetir a menudo, entre que ETA no mate y la normalidad todavía existe un gran trecho. Puesto que hacen falta sus votos para llegar al poder, a la izquierda abertzale no se le ha exigido para pactar que recorra ese trecho.

Naturalmente la izquierda abertzale, sus medios afines y el agresor mantienen una versión alternativa, en la que el agresor es el agredido, la víctima, el acosado y el afectado. Más o menos lo mismo que vimos en Alsasua cuando se intentó presentar la paliza a dos guardias civiles y sus parejas como una “trifulca” tabernaria. Lejos de ser espontaneo, aquello también fue una agresión fruto de un clima de odio largamente cultivado, al punto de que hasta existía una videoguía previa promoviendo y escenificando la agresión. Por lo demás claro que siempre existen dos versiones, aunque sea la de la violada y la del violador.