España tiene un problema de natalidad. Un grave problema de natalidad. Y obviamente la CAV y Navarra no escapan a este problema. La baja natalidad, al margen incluso de asuntos como las pensiones, es un problema grave porque su consecuencia es la extinción. En estos tiempos nos preocupa mucho la extinción de todas las especies… menos la nuestra. La cosa es más preocupante de lo que parece porque la población se traslada, pero imaginen una isla aislada del mundo en la que hubiera 100 habitantes. Si cada pareja tuviera 2 hijos, en la siguiente generación se mantendría la población. Si cada pareja sólo tuviera 1 hijo, en la siguiente generación la población caería a la mitad. Y si esa segunda generación a su vez sólo tuviera 1 hijo, la tercera generación sólo sería de 25 personas en vez de las 50 se la segunda o las 100 de la primera. Así de rápido se camina hacia la extinción. En Navarra la tasa de hijos por mujer es 1,38, para que no piensen que hablamos de escenarios impensables e hipotéticos.
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Mal de muchos epidemia de tontos, podría pensarse al mezclar el refranero, pero ya puestos a buscar comparaciones la tasa de hijos por mujer en la CAV es de sólo 1,25. Y esto que parece anecdótico pues tampoco lo es tanto.
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De hecho, si revisamos los datos, con lo que nos encontramos es con que a lo largo de los años se ha ido reduciendo la diferencia de población entre Navarra y la CAV de forma apreciable. Obviamente sigue habiendo una gran distancia, pero esa distancia de va estrechando. Desde el año 1995 la población de la CAV ha subido un 5%, mientras que la población navarra ha crecido un 27%. En 1995 la población de la CAV era cuatro veces más que la navarra, ahora sólo es tres veces más. No es por alarmar a la CAV, pero en términos de población es cuestión de tiempo que los acabemos superando.
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Merece la pena sin embargo detallar los datos de población. O sea, podemos adelantar a la CAV no por un proceso de crecimiento, sino por un proceso de decrecimiento menor. Esto por un lado. Es decir, sería triste adelantar a la CAV por población con un número de navarros que fuera inferior al actual. Pero por otro lado decíamos al principio que no somos una isla aislada del mundo. La población se mueve. En este sentido los datos también son llamativos porque el aumento de la población se explica por la llegada de emigrantes y porque los emigrantes, una vez instalados aquí, tienen muchos más hijos que la población vasca o navarra autóctona. Esto es lo que hay.
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Todo lo anterior es un hecho objetivo. Lo xenófobo o xenofílico podría ser en todo caso la interpretación de los datos. De todos modos, el caso es que o mantenemos la población a base de fomentar la natalidad propia, o la mantenemos a base de fomentar la inmigración. La pregunta es si recurriendo a la inmigración mantenemos el tipo de población o sólo la población. Cuando se habla de mantener la población en base a la inmigración se suele pensar que el resultado no será muy distinto al de mantenerlo en base a la población autóctona porque la población inmigrante será integrada y asimilada. Pero esto no es necesariamente así. De hecho no es lo que está pasando en nuestro país ni en los países de alrededor.
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La realidad es que la integración de los inmigrantes se está convirtiendo en un grave problema porque en gran medida no se está produciendo. Por un lado porque estamos acogiendo tantos inmigrantes que no tenemos una capacidad equivalente para asimilarlos y hacer sin un trastorno esa digestión poblacional. Por otro lado, muchos de esos inmigrantes provienen de culturas, costumbres religiones y modos de vida difícilmente compatibles con nuestro propio modo de vida. Siempre hemos dado por hecho que serían ellos los que asimilarían nuestro modo de vida, pero el caso es que por la presión migratoria y demográfica más bien puede ser lo contrario, que sean nuestros países los que resulten asimilados a los suyos.
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Todo esto podemos pensar que será horrible o que será maravilloso, pero pensemos lo uno o lo otro el momento de decidir que sea o no sea es ahora. O tal vez fue ayer. Pero desde luego y a la vista de los datos mañana ya no seremos los autóctonos los que decidamos.
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