Estoy de acuerdo con las campañas de la Dirección General de Tráfico por la seguridad y más aún cuando son por la seguridad de los niños pero no me gusta ni un pelo el tono que cada vez con mayor frecuencia utilizan los políticos en este tipo de avisos y campañas dirigidas a los progenitores de las criaturas. Es como si quisieran dar la sensación de que el Estado y la Policía quieren mejor a los niños y se preocupan más por ellos que sus mismos padres. La cosa es sutil pero la repiten y la repiten tanto que al final uno empieza a sospechar. La mención aunque sea de pasada del código penal a la hora de recomendar a los padres que cuiden la salud de sus hijos es directamente un insulto intolerable que los padres no debieran tolerar. Está muy bien que el estado ayude, que amoneste, que aconseje, e incluso que en casos extremos sancione, pero es muy poco educado reconocer públicamente la posibilidad de que un padre vaya a ser negligente con la protección de sus hijos. En el fondo lo que pasa es que a algunos se les está atragantando la ideología totalitaria que pretende hacer tabla rasa de la patria potestad. Y eso es lo que resulta intolerable. A no ser que, dispuestos a inmolarnos al dios del progreso eficiente y racionalista, nos mole lo que De Prada llama «el matrix progre».
3 respuestas
Es corriente ver paneles en la carretera que dicen cosas como «le controlamos para su seguridad». Ésto me pone a 100 porque me recuerda el lavado de cerebro del stalinismo a sus víctimas del «goulang» cuando en los campos de concentración convencían a los prisioneros que era bueno para ellos que fueran eliminados.
Bueno un padre puede ser pesado. El problema es que como decia Carlos Fuentes del regimen del PRI en México, estamos ante un Ogro filantrópico
Pues no es malo que por ua vez, se recuerde a los ciudadanos que tienen deberes legales que cumplir además de Derechos. Ya que hay mucho imbécil que se juega la vida de los peques… no está de más recordar que se pueden encontrar ante una acusación penal…