Para empezar no estoy muy convencido de que ese llamado velo islámico (no confundir con el inhumano «burka»), que es mucho más licencioso que el españolísimo pañuelo negro de doña Rogelia, sea un símbolo religioso. Y ya empezamos mal porque si resulta que dicho velo no es un elemento propiamente religioso sino cultural y político-propagandístico no se qué sentido tiene que iniciemos a cuento del «hiyab» un debate sobre libertad religiosa, o menos aún que lleguemos a cometer la blasfemia de equipararlo al crucifijo.
He dicho «propagandístico» a propósito porque todo parece indicar que existe una estrategia de la ideología política totalitaria islamista que ha escogido el pañuelo de marras como bandera o símbolo para «marcar el territorio». En este sentido se trata de una estrategia rechazable pero yo desde luego no haría el más mínimo problema a cuento del pañuelo. Si que procuraría en cambio regular más estrictamente la inmigración de países musulmanes porque estoy seguro de que esto del pañuelo va a ser el menor de los problemas que tengamos con ellos.
Por otro lado tenemos la política suicida de los liberales radicales occidentales estilo ZP que para variar aprovechan la cabeza de turco, o de turca en este caso, para arrearle a la Iglesia Católica. Dicen ellos que puesto que somos un país sin Dios reconocido y el velo es un símbolo religioso debe ser reprimido… ¿igual que la toca de las monjas o que las cruces? Pues sí. Igual. Por ahí van los tiros.
En definitiva, que una vez más tenemos delante otro debate-trampa en el que resulta complicado transmitir una visión católicamente correcta de las cosas. Si dices que estás a favor del velo parece que eres amigo de Bin Laden. Si dices que estás en contra eres un laicista jacobino. Así que ni a favor ni en contra, pero en guardia, porque ya no te puedes fiar ni de unos ni de otros.
5 respuestas
Es posible que se trate de un debate trampa pero, sin tener por qué hacerle el juego a nadie, tampoco pasa nada por discutir sobre la situación de las mujeres en los países donde tienen que usar el velo por obligación. ¿Que aquí nunca sería obligatorio? Pues faltaría más, pero ésa no es la cuestión. Se trata sólo de aceptar o no con indiferencia que el velo es un símbolo de sometimiento de la mujer al hombre. Por cierto, cuando la ministra dice «no me gusta ningún velo» me recuerda a la conocida cantinela de «no aceptamos ningún tipo de violencia», y ya sabemos bien lo que esconde quien utiliza este tipo de argumentos.
Esto es otra forma de sacar votos por parte del PSOE a cuenta de la población musulmana de España que son unos cuantos miles gracias a ellos mismos (el PSOE). Buscan votos hasta debajo de las piedras.
«Dicen ellos que puesto que somos un país sin Dios reconocido y el velo es un símbolo religioso debe ser reprimido…»
Esto no es cierto, querido Sr Director. Si lo dijeran atentarían contra la libertad religiosa… el enfoque es si se trata de un símbolo de sumisión de la mujer, cosa dudosa en el caso del «Hiyab» (pues lo ostentan mujeres pyublicas en muchos paises musulmanes), cosa que nadie discute en el caso del infame «burka», pero aún puede discutirse (caso por caso) en el «Niquab».
A mi me parece un rasgo de identidad de gentes extranjeras que nos inquieta, porque puede encubrir o amparar un auténtico desafío a su sociedad de acogida, tal como es imponer a los suyos normas religiosas que se oponen a las civiles que rigen para «»los de aquí»». Y eso no debe ser tolerado, pues consolidaría una especie de «fuero especial» de los musulmanes, y otro de los hindúes, y otro de… que no es compatible con el derecho emanado del estado, que es el único reconocido en el estado moderno.
El problema es que eso nos lleva a que hacer lo propio con los «signos» cristianos en la medida en que impliquen lo mismo. Y ahi chocamos con Nuestra fe, o nuestra percepción de lo «de toda la vida». Y entonces la pregunta ¿tiene que haber crucifijos en un aula de una escuela pública? ¿Hay que recibir al Arcángel de Aralar, por muy tradicional que sea? ¿damos cabida a todas las manifestaciones de las diferentes religiones en la vida pública, o las reservamos a todas al ámbito de lo privado entendido como lo que no es del estado?, y dentro de lo privado, ¿admitimos la fiesta judía el Sabado, la oración del viernes o el ramadán musulmán, la fiesta del cordero, el día del martirio, etc… a los efectos del calendario laboral de los trabajadores de esta fe/tradición?
Si fuera solo eso, pero hubiera una explicita y visible admisión de costumbres, normas y leyes por parte de los inmigrantes respecto de las normas y costumbres de la sociedad que acoge, (plena integración a todos los efectos), ¿qué problema habría? ¿O no se admite a los sikhs llevar turbante y no cortarse el pelo? ¿o no se permite a los curas ir con su sotana, o a las hindúes pintarse con Khol, o a las senegalesas vestirse con esas vistosas ropas que llevan?
Si se fijan, no surgen los problemas en que un chico lleve turbante, o vista chilaba, o se ponga o deje de poner anillos, pendientes o tatuajes de temática variada. El problema más agudo es la cuestión de la mujer, y de aplicación del derecho/religión islámica, que es todo uno, y la falta de admisión por los musulmanes de la diferente realidad socio jurídica del país de acogida, qeu deberían aceptar expresamente, so pena de volverse a su país en el primer vuelo directo disponible, como todo aquel que no admita las normas de convivencia esenciales.
En cierto modo, no hay mucha distancia entre el musulman que está aqui y disfruta de todo, pero no cede en nada ni reconoce nada al país de acogida, del que encima recela, y el rancio nacionalista «radikal» de toda la vida. Esos tales (que seguro son una minoría), fuera.
Si de cultura hablamos. ¿Se permitiría que un miembro de una tribu indígena viniera a nuestro país y acudiera a clase en taparrabos argumentando que su forma de vestir pertenece a su modo de vida y cultura?
Si de religión hablamos. ¿Se permitiría que una niña católica acudiera a clase con una mantilla en la cabeza?
Estoy segura que ni lo uno, ni lo otro.
Apuesto por el uniforme en las aulas. Yendo todos iguales evitaríamos muchas etiquetas y muchos debates estériles y sectarios.
Pakiyo, eso es otra de las fantasías de Soe.
Ya está el PRUNE, partido Musulmán registrado en nuestro país, que según las últimas estimaciones contará con 5 diputados en sus primeras elecciones.
Los Musulmanes NO van a votar al Soe como ellos creen.
Y sino…al tiempo.