Por supuesto que no me agrada. Pero tampoco me atrevería a decir que estoy en contra de los ejércitos a pesar de que reconozco que sería estupendo un mundo sin bombardeos, sin aviones de guerra, sin armas de fuego, sin explosivos, sin cuchillos, sin violencia, sin hachas de piedra, sin insultos, sin rencillas, sin roces, y sin envidias. Seamos realistas: desde el crimen de Caín no hemos hecho mas que empeorar las cosas, un siglo tras otro, aplicando la inteligencia al perfeccionamiento de los métodos de eliminación de enemigos. No se me ocurre cómo podríamos convencer a los ingenieros militares de todo el mundo para que hagan retroceder el "arte de la guerra" a los tiempos de la caballería y las lanzas. Me temo que en este mundo tan malvado lo máximo que podremos hacer es emplear la prudencia para tratar de limitar el armamento todo lo que sea posible procurando que se oxide antes de tener que utilizarlo para hacer algún estropicio. Pero mientras tanto ¿cómo vamos a prescindir de tener un ejército, con sus avioncitos y con sus polígonos de entrenamiento? Todo va en el mismo lote. En cuanto al dinero que el estado paga y pagará a la Junta de Bardenas por el uso del polígono (hay un preacuerdo para pagar 240.000.000 euros en 20 años) la verdad es que no está nada mal. Incluso yo diría que suena excesivo para estos tiempos de crisis, y más cuando se supone que la cesión es por un motivo que en otros tiempos se hubiera llamado "un servicio a la Patria".
Lo que más me despista en este asunto es la argumentación de los opositores al polígono. Hablan del ruido molesto que generan los aviones; del peligro que corren los auténticos gardachos bardeneros así como las otras especies que hacen lo que pueden por sobrevivir en el desierto navarro; y, naturalmente, de lo malos que son todos los ejércitos, y el español en particular. Todo parece bastante razonable… pero es una pena que sea el Ministerio de "Guerra" de España el encargado de gestionar el polígono. Así nunca sabremos si muchos de esos opositores están en contra de la guerra o en contra de España.
Jerónimo Erro
