Que no se diga que no lo advertimos. Bienvenidos a la lucha por el "centro". Ya tenemos a UPN, a PPN, a PSN y a CDN tratando de monopolizar ese estado ideológico-espiritual que tratan como si fuera el colmo de la prudencia virtuosa pero que no es sino un conjunto de tópicos etiquetados por los progres que llevan la voz cantante. Porque, vamos a ver… ¿en qué consiste ser de centro? ¿Acaso no supone en cada momento estar con el que manda, con el que gana, con el poderoso, con el que paga?. ¿O es que queda algún ingenuo que crea que el contenido programático de los partidos de centro ha sido siempre el mismo en los treinta años que llevamos de gobiernos centristas? Tal vez sea un acierto representar el "centro" como un espacio político que está en medio de todo. Lo que no piensan es que eso que está en medio es realmente un pozo cada vez más profundo, y cada vez más seco. Un agujero sociológico cuyo nivel de principios, de creencias, de valores desciende por momentos según el designio caprichoso de no se sabe quién. Ahora resulta que ser "de centro" te exige aceptar los tópicos feministas y abortistas. Ahora resulta que supone pasarse al ateísmo prácticante. Ahora resulta que ser de centro implica dejar al Estado y no a los padres la educación de los niños. Ahora resulta que ser de centro exige desdramatizar la política territorial hasta tal punto que suena a cosa de mal gusto decir "Patria". ¿Qué cosas llegaremos a ver calificadas como centristas? ¿A qué personas acabaremos viendo acomodadas en la poltrona del poder centrista? Esto si que es memoria histórica: la que tenemos que ir empezando a cuidar para que no nos den gato por liebre.
Jerónimo Erro