No es, no, solamente cuestión de cantidades. A veces fastidia el recochineo más que el hecho, o que el cohecho, o que la malversación. ¿Que quieren tener vacaciones? Pues que esperen al final de la legislatura. ¿No servía para eso la democracia de partidos, para refrescar los asientos, para renovar las caras y las ilusiones?
Pero no. Zapatero, por ejemplo, no ha sabido ni siquiera vagar sino acompañado por un séquito de cien personas a sueldo, durante tres semanas.
Que no les engañen las despedidas lacrimosas porque dicen que se van y nunca se acaban de ir. Aznar quería tener el sueldo vitalicio -74.000 euros- por ser miembro del Consejo de Estado. Al final en vez de eso cobra el triple por otro lado, porque eso es lo que al parecer cuesta fichar a un ex-presidente.
Se van pero no se van. Al menos nunca desaparecen en el apartado de gastos. R. Rato se trajo del FMI una pensión vitalicia de 80.000 dolares anuales que sumada al sueldo de ex ministro y algún que otro trabajillo le dejan una posición bastante relajada.
Esto no es como en las rebajas, que una oferta tapa a la anterior. No. El hecho de que M. Chaves cobre el sueldazo de ministro (81.155 euros anuales) no le impide percibir otros 46.000 eurillos en concepto de indemnización por abandonar la presidencia de Andalucía. ¿Qué sensación de crisis puede tener este señor si percibe 127.155 euros anuales?
Y no se crean que estos privilegios son solo para los maquetos. El honorable Ibarretxe cobrará de por vida 45.000 euros anuales. O sea la mitad de lo que cobraba cuando era jefe. Comprendan Vds. que quedaría muy triste ver a un ex-lehendakari racaneando. Por cierto que, como estamos en democracia, los consejeros no son menos. Aquí nadie es menos que nadie… ¿o si?