Muy alterados andan los ánimos por la evidente falta de consideración para con Navarra por parte gobierno que preside el Sr. Rodríguez. Primero fue la ridícula asignación económica que los presupuestos generales del estado reservaron a nuestra comunidad y posteriormente el conflicto surgido con motivo del enlace ferroviario con la “Y” vasca de alta velocidad. En ambos casos se intuye una acción deliberada por parte del gobierno central para ningunear económicamente a Navarra. Acción englobada dentro de una estrategia de mayor calado (presión política y mediática) dirigida a poner de rodillas a los navarros ante ZP I el pacificador, al que por cierto, parece que no le han regalado una tregua por Navidad, como pedía y perseguía insistentemente. A ver si los Reyes Magos… Todo esto ocurre aderezado con declaraciones del Sr. Pedro Solbes en las que niega a Navarra una capacidad competencial similar a la CAV, para acometer inversiones en infraestructuras esenciales pudiéndolas deducir de la aportación económica que Navarra realiza al Estado. Al ministro de economía le conocíamos como el último de los desastrosos responsables que ocuparon esa cartera durante los diferentes gobiernos de Felipe González, si bien en su caso la debacle no fue mayor gracias a que permaneció poco tiempo en su puesto. Ahora nos asombra por su absoluto desconocimiento de nuestro régimen foral y su incontinencia verbal a este respecto. Claro que esto pasa cuando todo el gobierno y el Sr. Solbes también se encuentran sumergidos en un inmenso “think tank” con motivo del estatuto (mirando de reojo y sin declararlo a nuestro régimen foral), redefiniendo y reinventando términos tales como: comunidad autónoma, estatuto, nación, derechos históricos etc. Como ocurre siempre que se pretende la redefinición arbitraria de conceptos fundamentales se produce irremediablemente una banalización de los mismos, con el resultado evidente de la pérdida de su significado real, y así sucede que a los ojos del ínclito ministro nuestro varias veces centenario régimen foral, heredero de las leyes de nuestro Viejo Reino, que ha llegado hasta nuestros días en continua evolución, único en España por su origen, y que es la raíz y esencia de nuestro ser como navarros y españoles, no es capaz por sí mismo de alcanzar, en cada momento histórico, los acuerdos y pactos que sean necesarios para seguir progresando. Pues eso Sr. Solbes; sin comentarios: cero en historia y en derecho constitucional. Lamentamos tener que añadir estas calabazas a las que ya le llevan tiempo concediendo ilustres economistas en su asignatura reina, aunque de momento el examen verbal sea decoroso (reconocemos sus dotes como orador melodioso y pausado, dignas del mejor cuenta cuentos) pero mucho nos tememos que en las diferentes pruebas que se avecinan en 2006, los resultados van a ser preocupantes. Así, por lo menos, dejará de elucubrar sobre nuestros fueros, lo cuál le agradeceremos enormemente muchos miles de navarros, créame. [i]Mikel Goñi[/i]
