Eso es el carnaval urbano y políticamente correcto. Una fiesta nihilista que carece de fundamento. No me diga ahora algún listillo que sí, que hay un no se qué poso étnico, o de culto solar, o precristiano, o iniciático o catártico. No me lo trago. El carnaval se ha convertido, lejos ya de la juerga pre-cuaresmal -que es lo único que nos podría poner carnavaleros a algunos recalcitrantes-, en un sinsentido. Una fiesta que se celebra porque toca, porque sí. Los colegios programan en estos días pequeños festivales de disfraces. ¿Para qué? ¿Por qué? Una cultura que es capaz de celebrar algo sin el respaldo de un mínimo argumentario teórico ¿de qué no será capaz? Si algo tan importante como celebrar una fiesta no requiere el menor de los motivos ¿cómo va a encontrar argumentos para encauzar las simples locuras juveniles, o para frenar la droga, por ejemplo? El ser humano, por lo general, cuenta con un cerebro, un órgano especializado en pensar las cosas con cierta lógica. Si lo acostumbramos a actuar por puro instinto lo embrutecemos. ¿Es eso lo que se pretende? Menos mal que nos queda la Javierada.
5 respuestas
Vaya por delante que es una humorada.
Sr. Erro no mencione la Javierada que igual le aplican la Ley de la Memoria Histórica y nos la prohíben por guerracivilista.
Señor Erro, tiene que considerar Ud. que hay fiestas que no son religiosas, y no por eso han de ser nihilistas.
La espiritualidad humana se manifiesta en la religión, pero no soo en la religión. El arte es una forma; la filosofía es otra forma de espiritualidad. Afirmar en el mundo salvaje la primacía del espíritu humano, por tanto su dignidad incondicional, y por tanto, los derechos humanos y tratar de construir un mundo justo, es una forma de espiritualidad, totalmente opuesta al materialismo.
El carnaval (su nomobre como sabe del latin carnes tolendas) tiene un referente religioso cristiano, pero se puede celebrar sin celebrar luego cuaresma. Los chinos, los hindúes, muchísimas culturas celebran, de muchas formas, el año viejo y el año nuevo, la primavera y la cosecha. Los ciclos de la vida, la fertilidad, y la muerte, están ahí, don Jerónimo. No solo los cristianos le han dado una forma, una fiesta, y lo han referido a la trascendencia.
Hay una presunción un poco arrogante cuando nos pretendemos los guardianes de la espiritualidad. Todos latimos con el espíritu del mundo. El ser humano es parte de ese mundo, de forma que sus sentimientos -religiosos o no- son parte de nuestra verdad y dignos de respeto.
Dígaselo Ud. a los romanos, que tuvieron casi mil años de dioses y les dijeron adiós un buen día.
spurgus: el Carnaval es una fiesta totalmente cristiana.
El problema que apunta el Sr. Erro es que carece de lógica que se altere la naturaleza de la fiesta para convertirla en una fiesta de disfraces. Para eso dejamos de celebrarla.
Tomasito:
¡Ni que Vd. fuera del mismo Bilbao!
Los carnavales, de distintas formas, se dan en todas las culturas.
El disfraz y la transgresión son muestras de salud (en sus dosis adecuadas, como las medicinas)
Estoy con Ziria.
Tomasito.- las cosas cambian, y lo estamos viendo.
El Carnaval era un periodo de licencia y libertad que se concedía a los cristianos justo antes de comenzar los rigores de la Cuaresma, que era de obligado -obligadísimo- cumplimiento. La Iglesia «hacía la vista gorda» porque era bueno que el pueblo tuviera una válvula de escape en una sociedad fuertemente mediatizada por los preceptos cristianos, y porque había elementos precristianas romanos y locales.
Pero hoy día las cosas han cambiado. La Cuaresma ya no es obligatoria para nadie… La propia sociedad, no es cristiana como tal. (hay total libertad).
Entonces el Carnaval ha perdido en gran parte su razón de ser.
¿Quiere decir que sea fiesa cristiana? No. ¿POr tanto, no se puede celebrar si no se celebre la cuaresma? Pues Uds. verán. Yo no me disfrazo, pero sarna con gusto…