Esta que me acabo de inventar podría ser una buena palabra para identificar a la ideología o batiburrillo ideológico dominante que identifica, por omisión, a la inmensa mayoría de ciudadanos. Dentro de tan amplio espectro político-social hay sectores, matices, partidos, velocidades y tendencias. Pero como conjunto la izquientrorecha es poderosa; domina el coto electoral y todo el arco parlamentario. Solo entre los antisistema declarados que negamos pertenecer al engendro y entre quienes procuran no ser encasillados en alguna de las tres subetiquetas reside alguna esperanza de cambio profundo. Todo lo demás serán ligeros toques de timón, pequeños frenazos, suaves acelerones en una ruta prefijada por los tópicos de lo políticamente correcto. El mito de la soberanía nacional, el rollo partitocrático, la burla de la tradición, el montaje de los títeres cachiporra fascista-antifascista creados para el entretenimiento general, la destrucción de la familia vía individualismo radical, el ateísmo de hecho, el endiosamiento de la legalidad, la burocratización de todo, la voluntad como norma, el materialismo practicante… son elementos generalizados y asumidos en mayor o menor grado por todo un abanico presuntamente plural y realmente más uniformizado de lo que parece. Les invito a que no se dejen encasillar por palabras ligeras. Izquierda, centro y derecha no indican mas que zonas de un mismo autobús en el que se realiza un mismo viaje.
Jerónimo Erro
Un comentario
El ateísmo no tiene que ver con la democracia, ni con el estado, ni con el derecho, ni con la ética, ni con la moral, ni con ser homosexual, ni con ser buena persona, o del atleti de madrid.
Y las tradiciones, como todo, se crean, maduran y se acaban. Así es la vida.
En el resto, de acuerdo con Ud.