En UPN siempre han tenido a gala ser un partido muy democrático, muy abierto, muy transparente, casi asambleario. Y sin embargo ¿dónde ha quedado todo ese prestigio a estas alturas de la película? Es verdad que de momento Miguel Sanz se sale con la suya. Sus consejeros le defienden a capa y espada. El Comité cierra filas. Y el Consejo, a mano alzada, funciona al 90%. Ahora bien: los consejeros los ha nombrado él, y en cuanto a los miembros del Comité y del Consejo ¿de qué viven?
En todo este proceso de las últimas semanas no me ha sorprendido que la línea oficial de UPN ("quevienenlosvascos") haya apostado definitivamente por arrojarse en los brazos escuálidos del PSN. Lo sorprendente es lo brusco del movimiento, la dureza del volantazo, la firmeza de quien haya decidido la operación, lo irracional de una ruptura que está provocando unas víctimas políticas innecesarias.
Está dando la sensación de que el número uno vive pensando que sus decisiones son indiscutibles. Tantos superpoderes concentrados, tanta macrocefalia… esa facilidad para pasar del dicho al hecho. ¿Es sano? Algo que funciona tan bien denota que algo no funciona bien. Todo parece indicar que a Miguel Sanz le ha sorprendido incluso que aparezcan voces discordantes. Me lo imagino con el mando en la mano, molesto al ver que sus pequeños diputados no obedecen las órdenes recibidas. ¿Qué es lo que esperaba? ¿Cómo es posible que no haya ruptura si antes no se han explicado con calma las cosas y las intenciones? ¿Por qué no hablaron de esto, a fondo, Sanz y Cervera y Rajoy antes de presentarse en coalición al Congreso y al Senado? Muchos navarros votaron en las últimas elecciones a Cervera para decir: ¡a ZP ni agua! ¿Y ahora se les pide que acepten sin rechistar la tesis de que "más PSN es más Navarra"? Eso es mucho pedir.
Está dando la sensación de que el número uno vive pensando que sus decisiones son indiscutibles. Tantos superpoderes concentrados, tanta macrocefalia… esa facilidad para pasar del dicho al hecho. ¿Es sano? Algo que funciona tan bien denota que algo no funciona bien. Todo parece indicar que a Miguel Sanz le ha sorprendido incluso que aparezcan voces discordantes. Me lo imagino con el mando en la mano, molesto al ver que sus pequeños diputados no obedecen las órdenes recibidas. ¿Qué es lo que esperaba? ¿Cómo es posible que no haya ruptura si antes no se han explicado con calma las cosas y las intenciones? ¿Por qué no hablaron de esto, a fondo, Sanz y Cervera y Rajoy antes de presentarse en coalición al Congreso y al Senado? Muchos navarros votaron en las últimas elecciones a Cervera para decir: ¡a ZP ni agua! ¿Y ahora se les pide que acepten sin rechistar la tesis de que "más PSN es más Navarra"? Eso es mucho pedir.
Jerónimo Erro