30 de octubre de 2008: tres frentes abiertos contra un mismo objetivo confluyen en el tiempo y el espacio. Y de forma combinada alimentan algo que se parece al acoso, porque cada uno de esos ataques a la Prelatura que fundó San Jose María Escrivá no es en el fondo otra cosa sino un intento de acobardar a una de las vanguardias más florecientes de la Iglesia Católica.
1. En el frente cultural, la película "Camino", todavía en cines, irrumpe con la típica mezquindad del retorcido y pesebrero cine español en lo más santo que tiene "la Obra": su visión religiosa y transcendente, esperanzada, de la infancia y de la familia, de la vida y de la muerte.
2. El frente legal: Hoy mismo trataba el Parlamento de Navarra una proposición para recortar un poco más la libertad de enseñanza eliminando los conciertos con los colegios que el Opus tiene en Pamplona. La excusa es la educación diferenciada por sexos, pero el objetivo final es ahogar cualquier iniciativa de enseñanza católica que no esté controlada por el Estado. Curiosamente los colegios de confesión nacionalista, las ikastolas, no se sienten amenazados por esta ofensiva política.
3. El frente "militar": el sexto bombardeo que hoy ha sufrido la Universidad de Navarra resuena malevolamente como para confirmar el sonsonete de la difamación terrorista: "algo habrán hecho". Las condenas a la violencia que hoy realicen los políticos navarros van a sonar endebles a no ser que se pronuncien acompañadas de gestos que garanticen cuando menos el respeto a las creencias del pueblo navarro que dicen representar y a la libertad de la Iglesia y de sus obras.
Jerónimo Erro