Me temo que esto es lo que más les pica a los separatistas. Pero ese picor no se quitará rascando la historia. Que es la que es. Allá por 1512 todos los territorios que actualmente constituyen el «estado español» ya estaban unificados bajo una misma autoridad política, la de Fernando el Católico. Incluso Las Canarias, incluso Ceuta y Melilla. Todos menos Navarra, porque Navarra era entonces la excepción, un pequeño reino pirenaico teóricamente independiente que parecía debatirse entre España y Francia. Pero que siempre, incluso bajo dinastías procedentes de Francia, fue considerado como uno más de los reinos hispánicos.
Si todo fuera un poco más normal a estas alturas los españoles tendríamos que estar celebrando como un hito importante de nuestra historia común la integración del reino de Navarra en el proyecto común de la Monarquía Católica. Porque es este hecho, y no la toma de Granada en 1492, ni siquiera el descubrimiento de América, lo que pone fin y redondea ese larguísimo proceso que conocemos como «reconquista».
Lo cierto es que a pesar de la guerra y la conquista no nos fue luego tan mal a los navarros, al menos a los navarros de la Península. A partir del siglo XVI, asociados a la poderosa corona de Castilla (al igual que nuestros «hermanos» vascongados) pudimos participar en todos sus empresas. Y ello con un simple cambio de dinastía que nos permitió conservar todas nuestras instituciones privativas e incluso acuñar moneda propia hasta 1840 ¿Por qué no celebramos esto como un triunfo en vez de llorar una derrota?
3 respuestas
¿Para qué sirve celebrar esto?
Ah! si, porque así hablamos de pendones, cadenas, princesas encerradas en sus torres, brujas con manzanas envenenadas y señores feudales sobre lozanos corceles blancos.
En vez de trabajadores de volkswagen en la calle, eres, ciudades abandonadas, AVEs a medio construir, autovías inexistentes con la capital -que resulta que nos une-, aeropuertos cerrados, subidas salariales de la presidenta…
Ah!, y para que el de las ks, el de las zs y tres o cuatro más que ya conocen tengan algo que facturar en este 2012 tan oscuro.
¡¡Y otro de Martin Miller, que lo paga K!!
¿Y que vamos a «celebrar» el aniversario de 1840?
No hay duda que en 1512 la entrada del duque de Alba y del conde de Lerín en Pamplona forzó por las armas un cambio dinástico, que, de no haberse hecho, la condesa de Foix, de Bigorra, señora de Béarn y vizcondesa de Nebouzan, Tursan, Gabradán y Marsan, a la sazón reina de Navarra, hubiera estado obligada por las leyes feudales a aportar su ayuda al rey de Francia Luis XII en las guerras de Italia. Allí Francia luchaba contra la Santa Liga en la que eran aliados del Pontífice los reinos de Aragón y de Castilla. De no haber sido destronada Catalina I, la guerra de Italia hubiera sido «importada» a Navarra por la vecindad de Castilla y de Aragón. Entonces sí que Navarra hubiera perdido su independencia de una forma mucho más violenta que la que ocurrió con el duque de Alba. Fernando el Católico evitó que Navarra cayera en la órbita de Francia, quedando incorporada en junio de 1515 a la Corona de Castilla, León y Granada. Con la muerte de Fernando el Católico 7 meses más tarde, se formó la Unidad Nacional y surgió ESPAÑA. Claro que ésto es conmemorable.
Leer la obra de teatro «Navarra mon amour» http://www.lebrelblanco.com/anexos/teatro-monamour.htm