Ahora que terminan las emociones navideñas (y pasando por alto los agobios rebajeños) vuelven la paz, la tranquilidad, el silencio, el orden y la calma. El paro, los ERES, el frío invernal y la televisión sin anuncios, el arranque del año, el cierre por inventario, la lejanía relativa de las elecciones, la crisis de la ETA… todo se conjuga para vivir una bonita temporada de reflexión. Ojalá fuéramos capaces de aprovechar estos raros momentos de música algo más lenta que nos ofrece la vida atolondrada para reorientar un poco todo lo torcido. Para reforzar las posiciones del pensamiento crítico -y particularmente las nuestro más crítico Pensamiento Navarro- (¿Verdad Juan Indave?).
Los dogmas vacíos del Nuevo Orden Mundial se tambalean. Lean ahora Navarra Confidencial y piensen. No les garantizamos con ello la menor tranquilidad. Si acaso la tranquilidad de estar bien informados.
Un comentario
Amen. Que todos reflexionemos seriamente y de forma realista, marcándonos objetivos razonables. Y qu eno nos desanimemos si, empleados seriamente en ello, fracasamos. Ya intentarlo es un logro. La mera reflexión, un hito en nuestra atolondrada vida. AMen.