> N. C. La compañía alemana Volkswagen está inmersa en un nuevo proceso de reestructuración a nivel mundial, encaminado a incrementar la productividad, mantener el aumento de los beneficios y sostener el pulso a su principal competidor, Toyota. En este contexto, el Vicepresidente de Compras de la empresa ha manifestado su descontento con la situación de la factoría de Landaben por la incertidumbre sobre el convenio. La dirección de la planta ha pedido una inversión de 80 millones de euros para aumentar la producción, pero la dirección central piensa retrasar su respuesta hasta que haya una verdadera voluntad de cooperación por parte de los trabajadores. “La situación parece tercermundista. La culpa de la situación no es nuestra, porque hemos ofrecido alternativas, sino de la otra parte. Tenemos plantas que sobran y debemos tomar decisiones que no podemos retrasar”. De momento, los directivos de Wolfsburg están dispuestos a aportar 36 millones para la mejorar la producción actual y otros 44 para la adecuación de la fábrica al nuevo modelo.