¿Qué le ha pasado en Navarra a Vox?

En el análisis de las elecciones de ayer resulta imprescindible atender a lo que ha sucedido con VOX en Navarra o en general en España. En Navarra, por ejemplo, de los 17.660 votos obtenidos en las generales (y que en las forales hubieran representado al menos 2 diputados) se ha pasado a sólo 4.401 (con casi el 100% escrutado), a quedar por debajo del 3% y a no obtener ningún diputado. Sin necesidad de comparar estas dos cifras distantes tan sólo un mes en el tiempo, este mismo domingo en las elecciones europeas VOX obtuvo en Navarra 14.260 votos. Si todos esos votantes hubiera votado también a VOX en las forales, la formación hubiera obtenido al menos 2 diputados.

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Es evidente que VOX ha sufrido un menoscabo importante cuya explicación es precisamente el resultado de las pasadas elecciones generales. En aquella ocasión se concluyó con razón y con carácter general que la fragmentación había perjudicado a la derecha y beneficiado al PSOE, consecuentemente muchos votantes de VOX, apabullados por este discurso, ahora han votado a Navarra Suma pensando en el voto útil. Paradójicamente, el voto a VOX seguramente era mucho más útil ahora que se votaba para el Parlamento de Navarra y la barrera para entrar era el 3% que en las generales, donde esa barrera era mucho más alta y rondaba el 20%. Y es que en las forales se reparten 50 diputados y en las generales sólo eran 5.

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La división en las municipales le cuesta la mayoría absoluta en Pamplona al centro-derecha

En el Ayuntamiento de Pamplona, por otro lado, Enrique Maya se ha quedado a unas decenas de votos de conseguir la mayoría absoluta. Con los votos de VOX se hubiera conseguido la mayoría absoluta. La decisión de construir una gran coalición como Navarra Suma ha demostrado ser una buenísima idea, pero las cosas hubieran ido todavía mejor si hubiera existido una coalición que además integrara a VOX, al menos de cara a las elecciones municipales. Sirva lo sucedido en Pamplona como moraleja para el futuro.

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A la luz de los resultados y pese al descenso de votos respecto a las generales en el conjunto de España, no obstante Vox será determinante para formar gobierno en 18 capitales de provincia, incluyendo Madrid, León, Santander, Huesca, Burgos, Palencia, Zaragoza, Guadalajara, Granada, Teruel, Ciudad Real, Cáceres, Badajoz, Alicante, Jaén, Córdoba, Ceuta y Melilla. También será determinante VOX respecto a lo que pueda ocurrir en los gobiernos autonómicos de Madrid, Murcia y Aragón. Si a todo esto sumamos los 24 diputados que VOX tiene en el Congreso, el resultado es que esta nueva fuerza va a tener en adelante un apreciable eco mediático, que va a poder hilvanar un discurso ideológico alternativo y que el resto de fuerzas de centro-derecha no van a poder formar gobierno casi en ninugna parte sin ella. Por esto mismo, naturalmente, la misma izquierda que se abraza a Podemos, a los golpistas y hasta Bildu, pide un cordón sanitario para VOX. En realidad, VOX es una formación tan poco reprochable que las descalificaciones contra ella para justificar ese cordón sanitario se las han tenido que inventar, asegurando que VOX es una formación racista o que quiere impunidad para los asesinos de mujeres. Por eso mismo al centro-derecha no le pueden quedar dudas de que no se trata de excluir a VOX sino de incorporar a VOX a fórmulas como Navarra Suma que han dado un buen resultado, si no en todas las elecciones al menos en aquellas en las que la fragmentación es más absurda y dañina, como en general las municipales y particulamrmente las generales en algunas comunidades pequeñas. En estos momentos parece mucho más viable, incluso deseable, formar una coalición de partidos que reunir a todos en un mismo partido. Esta pluralidad bajo un mismo paraguas debe permitir que existan dentro de un orden algunos matices y discursos alternativos que no serían posibles en un sólo partido y con un discurso anodino. Evidentemente, en vez de encontrar algún tipo de fórmula colaborativa, la derecha puede concurrir desunida con elevadas expectativas de éxito a todas las futuras citas electorales, siempre que espere acabar consiguiendo un 65% del voto.

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