Los iban a soltar de todos modos, tal es la naturaleza de la dependencia del PSOE respecto a Bildu y todos sus socios ultras. Ahora bien, si nos descuidamos los sueltan y ni nos enteramos.
X
Los ocho presos de #ETA a los que el Gobierno vasco ha otorgado terceros grados cumplen a rajatabla la disciplina mafiosa que el EPPK y la izquierda abertzale les imponen desde 2016: «Ni arrepentimiento ni delación».
No están desvinculados de la mafia. No están arrepentidos. pic.twitter.com/EoWYIBA5xg
— COVITE (@CovitePV) March 1, 2022
x
Con todo lo que está pasando, ya sea el colapso del casadismo, las variantes del COVID, la guerra, o cualquier otra de las cosas que por una causa o por otra últimamente nos alteran y suscitan nuestra atención casi exclusiva, no es difícil que pase desapercibida la progresiva suelta de etarras que se está produciendo. Por supuesto no los etarras maixabelizados que nos pintan en las películas del cine español, sino los etarras del mundo real, los duros, los hortodoxos, los no arrepentidos, los que no colaboran en el esclarecimiento de los crímenes pendientes, los que merecen un ongi etorri o un puesto en la cúpula de Sortu, el partido dominante de Bildu.
X
Para proceder a la puesta en libertad masiva de los etarras primero se ha transferido al País Vasco y la competencia en prisiones, después se les ha ido acercando a todos al País Vasco, y finalmente se les han ido aplicando en catarata todo tipo de beneficios penitenciarios y concediendo el tercer grado. Como decíamos todo eso se iba a hacer de todos modos porque tal era el pacto con Bildu, pero la intensidad de la actualidad está ayudando, o se está aprovechando, para que todo el proceso esté pasando bastante desapercibido y el foco de debate esté en otro lado.
X
x
