El discurso de Podemos se basa en no mucho más de media docena de premisas que sus portavoces van repitiendo por todos los medios de comunicación y sus seguidores viralizando a través de las redes sociales. Dos de los mantras favoritos son el rescate bancario y los beneficios de las eléctricas. El último ejemplo reciente es de Irene Montero y la cuenta en Twitter de Ahora Podemos.
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Exactamente, lo que Irene Montero asegura en su intervención es que Pablo Iglesias, “de todos los candidatos que se presentan actualmente, es el único que creo que la gente cuando se imagina una reunión con los principales jefes de las eléctricas o con los principales banqueros de este país, saben que es el único que va a poder sentarse a decirles ustedes tienen 60.000 millones de euros que son de los ciudadanos y los van a devolver. Ustedes están teniendo beneficios abusivos y la factura de la luz es demasiado cara, así que van a renunciar a parte de sus beneficios para que la factura de la luz baje”. ¿Tiene algún sentido el discurso de Podemos que propaga Irene Montero? ¿Tiene algo que ver con que Venezuela sufra constantes apagones eléctricos? Vayamos por partes para poder analizarlo.
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La maldad de la banca
El rescate a los bancos es básicamente un mito. Es decir, el rescate no tuvo como objeto los bancos, sino las cajas. Es decir, la banca pública. La banca sin afán de lucro, sin accionistas y dirigida por los políticos para beneficiar a la gente (teóricamente) en vez de para ganar dinero. O sea, justo el modelo de banca que propugna Podemos. Pero consideremos las cifras del rescate “bancario” además de aclarar los conceptos.
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Si examinamos los datos del Banco de España, la cuantía del rescate “bancario” ronda los 64.000 millones de los que se han recuperado unos 4.000, luego efectivamente hay unos 60.000 millones pendientes de recuperación.
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Ahora bien, contra lo que dice Irene Montero y repite Podemos hay un par de errores de bulto en su argumentación. El primero de ellos es que, como decíamos, quienes han sido rescatadas han sido básicamente las cajas y no los bancos. En el cuadro anterior puede verse el listado de entidades beneficiarias del rescate para mayor concreción. Por consiguiente no tiene ninguna lógica y desde luego ninguna justicia hacer devolver al Santander, al BBVA o al Sabadell un rescate que no han recibido ellos. Pero es que de hecho la injusticia y la falta de lógica es aún mayor atendiendo al segundo de error de Irene Montero, y es que los bancos privados no sólo no recibieron el dinero del rescate que ahora Podemos les quiere hacer devolver, sino que de hecho los bancos privados pusieron parte del rescate. Esto también se observa en el cuadro anterior, en el que el FGDEC representa más de 22.000 millones de rescate aportando la banca privada alrededor de la mitad de esa cifra al Fondo de Garantía de Depósitos.
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La maldad de las eléctricas
En cuanto a la factura de las eléctricas y sus beneficios abusivos, lo mejor en este caso es acudir a sus cuentas de resultados, que son públicas y fácilmente accesibles, a menudo desde la propia web de cada eléctrica. En el caso de Iberdrola, por ejemplo, nos encontramos con que 2018 fue un año de récord de beneficios, ya que estos superaron por primera vez los 3.000 millones de euros. Podría parecer por tanto que Irene Montero tiene razón pero, si observamos otro detalle de la cuenta de resultados, vemos que no. De este modo, se aprecia que la cifra de facturación, o el dinero que tiene que mover Iberdrola para ganar 3.000 millones, son 35.000 millones. Si decimos que una empresa gana 3.000 millones, parece muchísimo. Si decimos que para eso le hace falta mover 35.000 millones, ya no parece tanto. Y es que 3.000 millones, respeto a 35.000, son tan sólo un 8%. Que no está mal. De hecho está muy bien. Pero se trata de una cifra que Iberdrola obtiene tras haber invertido en medio mundo, no sólo en España, a menudo en países de alto riesgo. Vemos también en la cuenta de resultados que Iberdrola pagó en 2018 casi 1000 millones en impuestos, por tanto casi un 25% de su resultado antes de impuestos, otra cifra muy lejana del 3% que nos dicen a veces (abajo otro mito) que pagan las empresas del IBEX. Naturalmente todo esto es una gran simplificación, pero menor que la simplificación que hace Montero para vender su mercancía electoral.
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¿Cómo llegar a quedarse sin luz como en Venezuela?
En contraste con Iberdrola, Apple gana 60.000 millones con una cifra de negocio de 265.000 millones. Es decir, la rentabilidad de Apple respecto al dinero que tiene que mover para conseguir beneficios es del 22%. Ciertamente que Apple es un caso bastante extremo pero se trata de ilustrar la siguiente idea. Si uno exprime a las eléctricas y reduce su rentabilidad por debajo de cierto margen, deja de interesar invertir en electricidad y se invierte en telefonía o en cualquier otra cosa que pueda ser más rentable, incluso en deuda pública. Si invertir en electricidad deja de ser interesante, el sistema eléctrico no se amplía ni se mantiene adecuadamente. Si además se limitan los precios para que los votantes no se enfaden con el gobierno, el problema de la falta de recursos para la inversión en la red se multiplica. ¿Resultado? Los apagones de Venezuela.
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El análisis podría ampliarse bastante, pero ya que Podemos saca el tema no deja de ser curiosa la demonización de las eléctricas y la demagogia respecto a la pobreza energética cuando, además de todo lo anterior, resulta que la mitad de la factura de la luz son impuestos y el precio de la luz, en buena parte, responde a una apuesta política por fuentes de energía políticamente correctas, pero caras y que a las familias y a las empresas les encarecen el precio de la luz. ¿Quiere todo lo anterior decir que las eléctricas y los bancos son maravillosos? No. Naturalmente que no. Pero es que las empresas no se dedican a la bondad o a la maldad. Aunque nos atrevemos a decir que la maldad no necesariamente tiene recompensa en el libre mercado. Hacer las cosas bien no es incompatible con el libre mercado y desde luego hay muchos más malvados que ricos.
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La pregunta final es si la izquierda no hace más que ofrecer soluciones a los problemas que ella misma crea con sus políticas, las cuales no ayudan a la gente sino que empeoran su situación, aunque cuanto más empeora la situación de la gente más gente puede estar dispuesta a escuchar a Podemos, con la ventaja de que una explicación falsa de dos líneas puede ser más asequible que una más exacta pero de dos páginas. Es probable que las elecciones en los países más prósperos y libre las determine si hay una mayoría capaz de leer dos páginas o una mayoría incapaz de leer más de dos.
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