El lunes, tras fracasar todos sus intentos de constituir una plataforma electoral unitaria con todo el cuatripartito, ahora que es un partido español y foralista Geroa Bai tendía la mano al PSN. Eso sí, utilizando a Radio Euskadi como plataforma para enviar el mensaje y a Koldo Martínez como portavoz, con la modestia que caracteriza habitualmente a esta formación: “Nadie ha pensado en Navarra para estas elecciones generales salvo Geroa Bai. Es posible que nos arrepintamos todos”. Con eso y con todo, lo sustancial era el ofrecimiento público de Geroa Bai al PSN para que pase a formar parte del gobierno del cambio al que no hay que cambiar.
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El caso es que la oferta de Geroa Bai ponía en un brete al PSN, que poco antes había rechazado aceptar la mano tendida de Navarra Suma. Seguramente por ello, pese a los insistentes guiños del PSN desde la vuelta a la dirección de Pedro Sánchez, el PSN se ha apresurado a rechazar esta vez a Geroa Bai, a fin de no quedar totalmente decantado en vísperas electorales junto al bloque nacionalista. Véase el oportuno empate de equidistancias en la web del PSN.
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Sea por la razón que sea, el caso es que el PSN ha atajado la oferta indicando que “Navarra necesita un Gobierno que priorice las políticas sociales y no las nacionalistas, como hace el actual”, o que “el cambio que ha puesto en marcha el cuatripartito no es el que quiere la mayoría social”, pero lo más interesante es cuando dice que “de ahí que nuestra apuesta sea liderar el espacio progresista que es alternativa a la derecha pero también al nacionalismo”.
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El PSN incluso se ensaña un poco señalando que “ahora que algunos de sus socios están dando calabazas día sí, día también a Geroa Bai, se habrán puesto nerviosos porque nadie quiere hacer planes con ellos. Pero es de traca que ahora se acuerden de que existe el Partido Socialista, al que llevan considerando el régimen toda la legislatura”. Hombre, sí, aunque más de traca era que fuera el propio PSN el que se ofreciera como rueda de recambio cuando le estaban despreciando. Raro es que al alguien se le respete cuando no se respeta a sí mismo. O cuando nadie sabe lo que va a hacer porque de tiempo en tiempo manda mensajes totalmente contradictorios.
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En todo caso, en este giro casualmente próximo a las elecciones, el PSN insiste en que son los socialistas los que deben liderar un cambio de gobierno y que “ahora que el cuatripartito se ha desintegrado y a Geroa le dan portazos se acuerdan de los socialistas. Pues que no nos busquen para hacer políticas nacionalistas porque ahí no vamos a estar. Nuestra apuesta es liderar un Gobierno de progreso, y apelamos a la izquierda a sumar esfuerzos para construir un proyecto potente para Navarra sustentado en la defensa del autogobierno, las política sociales, la innovación y la Igualdad”.
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Este súbito alejamiento del PSN respecto a Geroa, tan llamativo respecto a la reiterada postura de los socialistas hace poco tiempo, parece indicar que el propio PSN considera que pierde votos acercándose mucho al nacionalismo, por lo que marca distancia de cara a la cita con las urnas. Triste sería que, percibiendo esta forma de pensar de sus electores, tras las elecciones el PSN utilizara sus diputados para mantener en el gobierno al nacionalismo, traicionando de algún modo a sus votantes y a su propio discurso.
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¿Pero y si el PSN realmente sólo está dispuesto a apoyar a un gobierno encabezado por María Chivite?
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Una opción es que María Chivite fuera investida con el 100% de los votos del Parlamento de Navarra. De hecho sería la culminación lógica de la estrategia socialista. Que todo el centro-derecha votara a Chivite para evitar un gobierno nacionalista y que todo el nacionalismo votara a Chivite para evitar un gobierno del centro-derecha.
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Otras alternativas serían que gobernara Barcos sólo con el apoyo del catripartito. O que Chivite consiguiera 26 diputados sin el nacionalismo ni el centro-derecha. O que fuera el centro-derecha quien obtuviera 26 diputados.
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En otro caso, un escenario posible también sería que no se pudiera formar gobierno y no se pudiera salir de una situación de bloqueo. ¿Qué prevé entonces el Amejoramiento?
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Pues bien, el artículo 24.1 de la LORAFNA, de cara al nombramiento del presiente del gobierno, prevé que “si trascurrido el plazo de tres meses desde la celebración de las elecciones al Parlamento de Navarra no se presentara ningún candidato o ninguno de los presentados hubiera sido elegido, el Parlamento quedará disuelto, convocándose de inmediato nuevas elecciones”.
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Un bloqueo generado por el escrupuloso respeto a todos los cordones sanitarios establecidos podría determinar por consiguiente una repetición de las elecciones a la vuelta del verano. ¿Y qué podría salir de esas nuevas elecciones? ¿Otro bloqueo? Quién sabe. A lo mejor nos acostumbrábamos. A lo mejor hasta le cogíamos el gusto o descubríamos que el mejor gobierno es ninguno o, en su defecto, un gobierno mínimo. La embriagadora idea de vivir sin gobierno, no obstante, tropieza con la previsión de tener que convocar elecciones cada 3 meses de bloqueo tras la elección anterior. A ver si al final llegamos a la conclusión de que con la actual realidad social y la actual realidad legal no se puede gobernar y es preciso reformar todo el sistema político y la ley electoral. Puede que fuera una oportunidad de mejorar, puesto que lo que tenemos ahora con la disciplina de voto, la partitocracia y las listas cerradas y bloqueadas tampoco es que sea maravilloso.
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