Patxi Tuñón se enfrenta a su reprobación.

Los distintos grupos parlamentarios decidieron escuchar al senador autonómico por Navarra antes de votar la moción de UPN que pide su reprobación.Carlos García Adanero, como portavoz de UPN, manifestó que la actuación de Tuñón "en nada responde a los intereses generales de la Comunidad foral". Es por ello que los regionalistas entienden que "perdida su confianza cabe la reprobación". Adanero añadió además como causa de esta pérdida de confianza que en la cámara alta, con la colaboración de Tuñón, "han puesto trabas a la senadora de UPN".

El propio interesado, Patxi Tuñón, considera "muy oportuna" su comparecencia en el Parlamento para defender su labor y debatir la reprobación. Niega estar obstruyendo la labor de la senadora de UPN y afirma que “si es por discrepancias ideológicas conmigo, que se vea y que se diga que es así. Y si es porque yo he actuado de forma incorrecta en algún asunto, que se diga también.”

Un senador… ¿de consenso?

Patxi Tuñón fue designado como senador autonómico con el 76% de los votos en el Parlamento. A favor de su candidatura votaron PSN, IU, CDN y UPN. Su primera intervención como senador, sin embargo, fue para reprochar a Zapatero que el PSN no hubiera pactado con Nafarroa Bai un gobierno “de progreso” en Navarra. Nafarroa Bai, sin embargo, desechado su propio candidato decidió votar en blanco. Quien sí voto por él, por el contrario, es quien ahora le reprueba. Tras aquella votación, sin embargo, la formación regionalistas señaló que “es un candidato que aglutina a un número importante de votos desde la independencia política que le debe caracterizar”. A lo que añadió su confianza en que la labor del senador “responda al deseo de la mayoría” del Parlamento Foral.

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Moraleja.
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A estas alturas parece que algo falló en el planteamiento de UPN a la hora de decidir su voto. Lo cual no parece atribuible al carácter imprevisible del senador elegido. Pero estamos seguros de que la dirección de UPN, tras el estudio pormenorizado del caso, extraerá alguna moraleja valiosa de cara a futuros nombramientos "de progreso".