Respecto a las protestas anti-Trump en los EEUU, ayer se viralizó un vídeo en el que una mujer negra se oponía valientemente a los protestantes, paradójicamente blancos, denunciando que en Chicago mueren niños negros de forma violenta constantemente, pero que como normalmente mueren por tiroteos entre negros, nadie sale a la calle por ellos gritando “black lives matter”, que sólo aparece ese eslogan cuando el asesino es un blanco, que todas las vidas importan y que los racistas, acusaba la mujer, eran los manifestantes.
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EEUU hoy pic.twitter.com/ICuggNph9B
— Martín #53 (@M_modernel) June 2, 2020
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Al hilo de la pequeña discusión grabada en el vídeo y de la disruptiva posición de la mujer negra frente a los manifestantes blancos, lo cierto es que ante todo lo que estamos viendo estas últimas horas y al hilo de lo dicho por la mujer cabe hacerse algunas preguntas y buscar algunas respuestas. Ayer veíamos que mueren al año en los EEUU más blancos que negros tiroteados por la policía, ¿pero cuántos homicidios en los EEUU son cometidos por negros?
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Una pequeña búsqueda en la web del FBI nos permite conocer que el 51.9% de las víctimas de homicidio en los EEUU son negros, frente a un 43.5% de víctimas blancas. Pero también resulta que el 54,2% de los homicidas son negros, frente al 43,1% de blancos. O sea, la mayoría de las víctimas son negros, pero también la mayoría de los asesinos. De hecho, el número de asesinos y asesinados negros es mucho mayor que el que les corresponde por población (la población negra representa aproximadamente el 12%). El porcentaje de homicidas negros es 4,5 veces mayor que el que les correspondería por población. Es por tanto mucho más probable que un negro se convierta en homicida a que lo haga un blanco. Si los niveles de asesinatos o la delincuencia en general es muy superior entre los negros que entre otras razas, también es lógico que lo sea la proporción de encontronazos con la policía. Sin duda las razones de que esto sea así podrían debatirse, pero no así el frío dato objetivo.
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Otro dato sumamente interesante en este debate es que la violencia en los EEUU es muy mayoritariamente “intrarracial”. Es decir, los blancos matan blancos y los negros matan negros. No existe por tanto propiamente una violencia racial. El 84% de los blancos asesinados fueron víctimas de un asesino blanco, y el 93% de los negros asesinados fueron víctimas de un asesino negro. A los negros no los matan los blancos, sino otros negros, y a los blancos los matan los blancos. Puestos a ser puntillosos, hay más blancos asesinados por negros que negros asesinados por blancos. Esta es la realidad de los datos que explica, o más bien desmiente, muchas de las cosas que nos están contando para adornar de justicia racial algo que, en su principal medida, sólo es violencia política de la extrema izquierda contra los republicanos y contra Trump.
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