La necesidad te hace mejorar o desaparecer. Parece que la Asociación Católica de Propagandistas (ACDP), ante esta tesitura en estos tiempos de tribulación y necesidad, ha optado y mucho por mejorar. Desde luego sus campañas están siendo un éxito y teniendo una gran repercusión en los últimos tiempos. Como primer ejemplo, el pasado 8M la ACDP se marcó una campaña reivindicando frente a la visión izquierdista del feminismo la maternidad y la figura de la Virgen María; así, sin ibuprofeno. Fue tal el impacto mediático que el sindicato LAB, un “referente” clásico de la libertad de expresión, exigió la retirada de la campaña del Metro de Bilbao.
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Más recientemente, entre los chiflados que felicitan el solsticio o los acomplejados que felicitan las “fiestas”, la ACDP no sólo decidió recordar en las calles que el 25 de diciembre celebramos la Navidad, sino hacerlo de un modo significativamente osado y provocador.
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🔴 SOLO UN NACIMIENTO HA CAMBIADO EL RUMBO DE LA HISTORIA (y no es el tuyo)
Ojalá os guste este anuncio que hemos grabado en la @acdp_es para que en estas fechas no olvidemos algo importante.
¡FELIZ NAVIDAD! 🙏🎄🎁 pic.twitter.com/nXKktfuSNL
— Jaume Vives Vives (@JaumeVivesVives) December 21, 2021
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Desde luego la finalidad principal de una campaña de propaganda es que todo el mundo hable de ella. Una campaña buenísima de la que no hable nadie es un oxímoron. No hay que tener miedo al rechazo. No se puede llegar a todo el mundo y no generar algo de rechazo. El fracaso de la propaganda es no llegar. Además la propaganda de la ACDP no sólo llega, sino que llega bien, diciendo lo que hay que decir.
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El PSOE propone penas de cárcel para los grupos provida que «obstaculicen el derecho al aborto» https://t.co/7ANG4QdWhK Informan @laurasdaniele y @emontanes
— ABC.es (@abc_es) May 31, 2021
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La ACDP ha dado un paso más y ahora nos sorprende con una campaña en las marquesinas afirmando que rezar frente a una clínica abortista está genial. Esta campaña llega en un momento en que los partidos de la izquierda en el gobierno pretenden criminalizar a los grupos de rescate, los cuales tratan de ofrecer información a las mujeres sobre las alternativas al aborto y las ayudas en caso de que decidan tener el niño, o de criminalizar a los que simplemente rezan en las proximidades de un abortorio por la vida de los niños y para que las mamás tomen la mejor decisión en su situación.
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Una asociación católica coloca mensajes contra la ley del Aborto en marquesinas de autobús y pide poder rezar ante las clínicas https://t.co/v1FndCkHdI
— Informativos Telecinco (@informativost5) January 18, 2022
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Desde luego nadie defiende la agresividad, la mala educación o el acoso, de hecho todo eso ya estaría tipificado actualmente en el Código Penal. El problema es que la izquierda totalitaria española no tiene un instrumento para reprimir a la gente que simplemente se acerca con educación, amabilidad y humildad a ofrecer una información y unas alternativas que sería el propio estado el que tendría que dar. O que simplemente no quiere esconderse mientras reza por la vida de esos niños. Con 100.000 abortos al año en España no parece que se obstruya mucho a las mujeres que quieran abortar o que el aborto se encuentre en peligro, lo que se encuentra en peligro es el derecho a la vida.
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Los rescatadores de Michelle: «Fui a abortar pero un ángel me esperaba en la puerta»…https://t.co/TFoFYLaJ3P pic.twitter.com/vjKgYRN5iu
— RescatadoresJPII (@ResJuanPabloII) August 13, 2018
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Aunque a nadie se le haya impedido abortar en la puerta de un abortorio, por lo que perseguir a los provida con este pretexto no tiene sentido, lo que sí ha sucedido algunas veces es que algunas mujeres, en realidad algunos miles, hayan cambiado de idea y se hayan replanteado el aborto al saber que si tenían al niño podían tener acceso a algunas ayudas públicas o privadas que desconocían. Al parecer lo que le molesta tanto al gobierno extremista que tenemos es que haya algunos miles de niños que, gracias a los rescatadores o la eficacia de la oración, anden por ahí jugando o yendo al colegio en vez de haber acabado en el contenedor de residuos del abortorio.
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