La presidenta del Gobierno de Navarra no puede acudir a una manifestación en la que se exige la liquidación de Israel

Este sábado tuvo lugar en Pamplona una manifestación de la izquierda abertzale animando la “resistencia palestina” y reclamando la disolución de “Israel”. La convocante de la manifestación fue la plataforma Palestinarekin Elkartasuna y los lemas de la pancarta que encabezaba la marcha resultan inequívocos, así como los gritos que durante todo el trayecto por Pamplona acompañaron a la misma.

Respecto a la asistencia, cabe decir que los convocantes hablan de 50.000 participantes, pero es una cifra más que matizable. Evidentemente las imágenes muestran una gran afluencia, pero esas mismas imágenes permiten establecer que los manifestantes no ocupaban más de 8.000 metros cuadrados. Mientras la cabecera de la manifestación apenas rebasaba el Edificio Singular y llegaba a la altura de la calle Julián Arteaga, se aprecia que la cola de la manifestación terminaba antes de la plaza Juan XXIII y hasta se ve pasar tráfico por la misma. Esto limita la afluencia real a unas 8.000 personas ó 16.000 siendo extremadamente optimistas.

Otro matiz relevante es que la manifestación había sido convocada por esta plataforma como una concentración “nacional” en toda “Euskal Herria”. Es decir, que se había organizado un acto único en Pamplona para todo País Vasco y Navarra, convocando por tanto personas también de la CAV y organizando autobuses y desplazamientos por toda esaa comunidad para venir a Pamplona. Dos grandes banderas, una la bandera palestina y otra la ikurriña presidían en coherencia con este marco la marcha.

La marcha no estuvo por otro lado exenta de incidencias, incluyendo lanzar pintura a la fuente de la plaza Príncipe de Viana o vandalizar con pintura y pegatinas varios establecimientos, como el Zara de la Avenida San Ignacio.

La cuestión de fondo es que la presidenta de Navarra, María Chivite, acudiera a esta manifestación con estos convocantes, bajo estas premisas y secundando estos lemas. La presidenta del Gobierno de Navarra no puede acudir a una manifestación bajo un lema que pide la disolución de Israel. Chivite no puede hacer suya esta postura y poner al gobierno de Navarra y a su partido tras esa petición.

Israel desegin (Israel disolución)

No se trata de que en la manifestación había una pancarta con ese lema o que en la manifestación algunas personas corearon ese lema, es que ese lema era el que llamaba a la convocatoria y el que ostentaba la pancarta que encabezaba la marcha. En el estrado al final de la marcha se quemó delante de todo el mundo la bandera de Israel. No hay modo por tanto de que Chivite acuda a la manifestación sin hacer suyo y del Gobierno de Navarra este lema: deshacer Israel, Israel desegin.

Liquidar el estado de Israel no sólo es una cuestión política que contradice las resoluciones de la ONU o la política internacional y diplomática de España, la cual reconoce al estado de Israel incluyendo de momento la presidencia de Pedro Sánchez, sino que liquidar Israel implicaría un genocidio equivalente al de quienes pueden defender un genocidio contra los palestinos. No hay forma de liquidar Israel sin provocar una matanza de hombres, mujeres y niños israelíes. Sólo un pequeño grupo de países no reconoce al estado de Israel, y este pequeño grupo se reduce a estados como Afganistán, Cuba, Irán, Yemen, Corea del Norte o Bangladés. Países como Arabia Saudí se han mostrado dispuestos a reconocer Israel paralelamente al reconocimiento de un estado palestino. La coexistencia de dos estados no sólo es lo previsto por las resoluciones de la ONU, sino el consenso defendido por casi todos los países del mundo y desde luego las grandes potencias y los países desarrollados. La paz no puede consistir en la eliminación de una de las partes. La eliminación de una de las partes implica la defensa de un genocidio. La única duda entre los extremistas de ambas partes sería qué genocidio.

Existe además en estos momentos un plan de paz sobre la mesa que una vez más apuesta por la coexistencia de dos estados, que apoyan casi todos los países árabes, la propia Autoridad Nacional Palestina, las grandes potencias y los países de la Unión Europea, incluyendo España. ¿No se ha enterado María Chivite que existe un plan de paz apostando por la solución de los dos estados y que lo apoyan Pedro Sánchez y su partido? María Chivite apoyando una manifestación que pide la disolución de Israel se desmarca de la ONU, del alto el fuego, de la postura de España, de la postura de Pedro Sánchez y del plan de paz para Gaza.

Los que se manifestaron el sábado no representan a los navarros que quieren la paz

¿Cómo piensa María Chivite eliminar Israel del mapa sin matar a mujeres y niños? A estas alturas incluso Hamás parece estar abierto a negociar el plan de paz para Gaza. Todos los manifestantes de Pamplona, incluyendo a Chivite, se colocan por tanto en una posición más extrema, más ultra y más contraria a la paz que la propia Hamás. No puede ser que la presidenta del Gobierno de Navarra se manifieste en términos más ultras y más descabellados que la propia Hamás. No se puede tampoco pretender por un lado estar en contra de la guerra y del genocidio y estar por otro en contra del alto el fuego y el plan de paz. Lo que defendieron el sábado en Pamplona Chivite y el resto de manifestantes no fue la paz, sino precisamente rechazar el plan de paz y que sigan muriendo gazatíes hasta que se acabe con Israel. En esta irracionalidad, además, probablemente se acabarían antes los gazatíes que Israel. ¿En qué lugar va a quedar Chivite, por otro lado, si Hamás acepta el plan de paz cosa que por otro lado y con todos los matices ya ha sucedido? Chivite se va a salir del mapa en la escala de la radicalidad. ¿Para quedarse con quién? ¿No conoce Chivite el perfil de la gente junto a la que se manifestó? Los que se manifestaron el sábado no representan a los navarros que quieren la paz. O Chivite no sabía por qué se manifestaba o lo sabía y a pesar de ello lo apoyó. Una vez más no hay una alternativa aceptable. No cabe estar excusando constantemente lo que hace Chivite bajo la premisa de que no se entera de nada de lo que pasa y cuanto más importante el asunto menos se entera la presidenta. La alternativa de que se entera de algo todavía es peor. Mucho peor.

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