Imponer a los turistas una cuarentena de 14 días implica que dejan de tener sentido las vacaciones de menos de 15 días. Por otro lado, cabe pensar si el país de origen no impondrá a su vez a los turistas que vuelven la correspondiente cuarentena de otros 14 días. O sea, que para tomarse unas vacaciones de un día hacen falta 30. Dejan de tener sentido las vacaciones de menos de dos meses. Porque no parece tener mucho sentido ir de vacaciones a un sitio a estar confinado en la habitación del hotel. Salvo que inventemos algo así como un turismo carcelario para reactivar el sector.
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Tampoco se puede decir alegremente que la medida sea totalmente injustificada. El problema es que la idea de cerrar fronteras a los turistas que venían de países de riesgo, concretamente de China, ya se propuso allá a principios de febrero. Visto retrospectivamente, resulta increíble la cantidad de vidas que se podrían haber salvado si se hubiera empezado a tomar gradualmente medidas allá por febrero. Sin embargo, la respuesta de Pedro Sánchez a la amenaza que se avecinaba fue acusar de xenofobia a quienes proponían controlar la llegada de personas de China. Obviamente no por ser chinas, sino por poder estar infectadas. Al no haber tomado algunas precauciones básicas entonces, ahora hay que tomar medidas draconianas. Por otro lado, o Pedro Sánchez es un xenófobo ahora o era un inútil en febrero. Ante los problemas reales, la izquierda española parece siempre totalmente incapaz de dar una respuesta medida e inteligente o simplemente no ideológica.
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Mejor quedarse de vacaciones en España, que por otra parte poco remedio queda
Para terminar, los que con el tiempo nos hemos convertido en apestados a escala mundial resulta que somos los españoles, lo cual es bastante lógico teniendo en cuenta que somos los campeones mundiales de coronavirus, tanto en muertos como en contagios. La izquierda de todos estos países, por cierto, no parece hacer demasiados aspavientos antixenófobos en contra de cerrar la frontera a los españoles.
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Partiendo de la idea de que no tiene sentido no poder pasar de una zona con un determinado nivel de seguridad a otra con un nivel de seguridad similar, paralelamente se está proponiendo en Europa crear una serie de corredores entre países en los que no hagan falta este tipo de cuarentenas. La pregunta es si entraremos en la categoría de zonas seguras. La respuesta es fundamental para la recuperación porque España es el segundo país del mundo por tráfico de turistas (82 millones al año). Nuestra economía, como es lógico, depende en gran medida de ello.
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Ante una noticia como esta de la cuarentena a los turistas, conviene recordar cómo sólo hace unos meses, contra toda lógica y toda evidencia, sabiendo que muchos contagiados son asintomáticos, nuestras autoridades bienamadas no tomaban ninguna medida ante personas que venían de China o de Italia. No las ponían en cuarentena. No les hacían test. Incluso a las personas que venían de haber estado con contagiados les recomendaban hacer vida social, laboral y familiar con normalidad, propagando tranquilamente la enfermedad. Normal que seamos los campeones del mundo de coronavirus y que la hemeroteca no le guste al gobierno. Por otra parte, ¿por qué no apoyar el pasaporte inmunológico para los que ya han superado la enfermedad, son inmunes y tampoco pueden contagiarla? ¿Qué sentido tiene cerrar el país a estas personas o someterlas también a cuarentena? ¿Por qué no cerramos todas las puertas que hagan falta pero ni una que no sea necesaria?
