El PSN aclara a los votantes que su apuesta es el pacto con Geroa Bai

Santos Cerdán ha concedido una reveladora entrevista de la que ayer se hacían eco los medios, aclarando por si cabía alguna duda que la apuesta del PSN en Navarra es un gobierno con el nacionalismo.

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Desde luego cabe agradecer la claridad del cabeza de lista por Navarra al Congreso señalando que esta y no otra sería la apuesta de su partido. Que lo sepa el votante navarro. El voto al PSN no sirve para sacar del gobierno al nacionalismo.

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Por lo demás, aparte de la claridad, la coherencia no parece una de las mejores cualidades de Cerdán en el resto de la entrevista.

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Por ejemplo, dice que los pactos en Navarra los decidirán los militantes, pero al mismo tiempo respalda “totalmente” el veto de Chivite a Bildu y al PPN. ¿Y si los militantes socialistas no quieren excluir un pacto con Bildu? De hecho, frente a la alabada claridad anterior, no es tan transparente vetar a Bildu por un lado para formar parte de un pacto de gobierno pero estar dispuesto por otro a recoger externamente ese apoyo. Cerdán asume en cualquier caso que la militancia socialista siempre preferiría un pacto con los nacioanalistas y populistas que con Navarra Suma. La militancia puede, los votantes no está tan claro.

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Cerdán considera que uno de los retos que tiene por delante el país “es la reconciliación entre nosotros mismos, entre ciudadanos”, y advierte de que “se está produciendo una ruptura intencionada por parte de algunos que no nos lleva a nada bueno”. El candidato socialista indica que el PSOE y el Gobierno apelan al “diálogo”, pero que “el diálogo entre diferentes se entiende como traición en algunos casos”, aunque “si no puedes hablar con los diferentes, mal vamos”.

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Las reflexiones de Cerdán respecto a la reconciliación y el diálogo resultan bastante contradictorias con su cerrazón para llegar a ningún tipo de acuerdo ni dialogar nada con la más de media España que políticamente se encuentra a la derecha del PSOE. O crees de verdad en el diálogo entre diferentes o te niegas a llegar a ningún acuerdo con el centro-derecha, una de dos.

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Para Santos Cerdán, por otro lado, no existe por lo visto el nacionalismo de derechas. O se puede dialogar y llegar a acuerdos con la derecha siempre que sea una derecha separatista.

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El socialista, por lo demás, para ahondar en la brecha que por otro lado dice querer cerrar, declara que “UPN ha hecho una apuesta clara por sumarse a la derecha más extrema de este país” y recuerda la foto de Colón, “donde estaban representados el PP, Ciudadanos, UPN, la Falange Española y Vox, y UPN se sintió muy cómodo ahí“. Cerdán en cambio no le hace tantos ascos a la izquierda más extrema de este país, la que celebra en Twitter la dictadura castrista, la que respalda la represión chavista o la que se fotografía portando banderas de la URSS. Tampoco al nacionalismo que niega la violencia nacionalista denominándola trifulca tabernaria, les pide apretar a los CDR o defiende a los acusados de un delito de rebelión. La reconciliación por la que apuesta Cerdán es postrarse ante un 7% que no quiere reconciliación sino separación y segregar en cambio al otro 50% de la población.

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Santos Cerdán, o en su defecto el votante socialista, debería reflexionar sobre por qué el nacionalismo prefiere al PSOE que a cualquier otro gobierno en el poder. Algo debería llamar la atención a los votantes socialistas cuando el nacionalismo considera que con el PSOE en el poder España está peor defendida y es más frágil que con cualquier otro gobierno en el poder.

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Cerdán tampoco explica la lógica de esta convocatoria electoral si la convocatoria de elecciones viene forzada por la imposibilidad de llegar a un acuerdo con los nacionalistas y el único horizonte postelectoral del PSOE, sin embargo, es entenderse con los nacionalistas. ¿Qué sentido tienen unas elecciones para volver a como estábamos el día antes de tener que convocar elecciones?

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Finalmente, el equivocado mensaje que Cerdán manda al nacionalismo vasco en Navarra es que no va a tener que hacer ninguna cesión para pactar con el PSN porque el PSN no tiene otro proyecto que pactar con el nacionalismo. Es decir, el estratega Cerdán renuncia a toda la fuerza negociadora que le daría tener una alternativa al pacto con los nacionalistas.

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Las palabras de Cerdán contrastan un tanto con el mensaje que envió hace apenas 15 días el PSN a Geroa Bai, rechazando la oferta de Koldo Martínez de sumarse al cuatripartito, trantado de marcar una equidistancia entre el centro-derecha y el nacionalismo y diciendo hasta que era “de traca” que los nacionalistas se acordaran ahora de los socialistas tras haberlos despreciado toda la legislatura. La ventaja de los nacionalistas, sin embargo, es que pueden despreciar cuanto quieran a los socialistas que parece que siempre podrán contar con ellos como rueda de repuesto en caso de pinchazo.

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Cerdán hace mención también en sus declaraciones al “agostazo” de 2011, cuando el PSOE impuso al PSN que no pactara con el nacionalismo. El socialista asegura que aquella situación es irrepetible porque los propios socialistas navarros consiguieron incluir en los estatutos del PSOE que en el futuro las alianzas las decidieran los militantes locales. No obstante, sí que merecería la pena considerar un par de cosas respecto a aquel “agostazo”. En primer lugar que no hubo tal, puesto que el PSN no votó en contra de los prometido en la campaña electoral de 2011. Por el contrario, el PSN se cuidó muy mucho en la campaña de 2011 de aclarar si iba a pactar o no con el nacionalismo. Por el contrario, lo que sí dijo Fernando Puras es que no intentaría formar gobierno si era tercera fuerza política, cosa que incumplió. “Agostazo”, por consiguiente, podría haberse entendido por parte de muchos votantes que se pactara con los nacionalistas sin haberlo aclarado antes. Además conviene resaltar que en 2011, antes del agostazo, el PSN obtuvo el 15,85% de los votos. En 2015, tras el agostazo e incluso el surgimiento de Podemos, el PSN tuvo un 13,65%, perdiendo sólo 2,2 puntos. ¿Dónde está el castigo del electorado socialista por el presunto agostazo así bautizado por los nacionalistas? De hecho, quien ahora sí puede resultar castigado por su sumisión al nacionalismo durante toda la legislatura es Podemos. La oferta electoral de Cerdán es que el PSN haga en los próximos 4 años ese penoso papel que Podemos-Ahal Dugu ha estado haciendo durante los últimos 4.

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En definitiva, que hay media Navarra con la que el PSN no quiere entenderse y que Cerdán afirma que su apuesta es ni derecha ni nacionalismo, pero al mismo tiempo dice que su apuesta es pactar con el PNV, que es derecha y nacionalismo.

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