Tras 17 años fugado Josu Ternera, el líder histórico de ETA, fue detenido ayer. Es decir, tras 17 años intentando detenerlo se le detiene justo durante esta campaña electoral. ¿Resulta creíble que un terrorista en la actualidad pueda sustraerse a la búsqueda de la policía durante 17 años y no escondido en una cueva en Afganistán sino paseando tranquilamente por los bucólicos Alpes franceses? Para aceptar que la detención de Ternera justo en este momento es casual, tras 17 años fracasando en su búsqueda, no se puede pensar que nuestros policías y sus mandos políticos son muy buenos, las alternativas son o que nuestros policías y nuestros políticos son muy malos, o que nuestros políticos son muy buenos pero los policías muy malos, o que los policías son muy buenos pero sus mandos políticos son muy malos. Que elija cada uno. Dicho lo cual Ternera está detenido y objetivamente se trata de un hecho para celebrar.
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Aunque no todo el mundo lo ha celebrado.
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Uxue Barcos, por ejemplo, no lo ha celebrado. Tiene que esperar a conocer más datos. O recibir instrucciones de Bilbao. O consultarlo con las fuerzas vivas del cuatripartito. En cualquier caso ayer la sociedad se dividió entre quienes dieron un salto de alegría al conocer la detención del sanguinario líder de ETA y los que no. Barcos parece que no estaba en el primer grupo. Entre los del segundo grupo, los que no se alegraron, pongamos que Barcos no está entre los que se entristecieron pero al menos entre los que aún se lo tienen que pensar y esperar más información. Esto es como si un avión lleno de niños con un ala rota logra aterrizar sin que muera nadie. Antes de celebrarlo hay que acumular y madurar la información.
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Bakartxo Ruiz, la candidata de Bildu a la presidencia del Gobierno de Navarra, declaró al conocerse la detención que «nos retrae a imágenes del pasado que tenemos que superar». Al parecer la cabeza de lista de Bildu tampoco se alegró. Esto de detener terroristas que han anunciado su abandono de la violencia está anticuado. Es como si a una banda que atraca un banco y huye pero dejando una nota diciendo que se disuelve se le siguiera persiguiendo, dónde vamos a parar. A unos criminales que se disuelven no hay que perseguirlos por los crímenes cometidos, eso no es mirar al futuro. Bien es cierto que quienes ayer no se alegraron por la detención del jefe de la ETA tampoco es que entre sus filas tengan a mucha gente asesinada por ETA.
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Inútil buscar tampoco en las redes sociales una expresión de alegría o alivio por parte de Pablo Iglesias, Joseba Asirón, Ainhoa Aznárez, Laura Pérez, Ione Belarra, Mikel Buil…
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Para algunos, de hecho, Josu Ternera pasa a ser ahora una pobre víctima, una foto más que habrá que pegar en un cartel para añadirlo al resto de carteles de presos de ETA inhumanamente represaliados por el estado español.
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El Noticias juzguen ustedes si está muy contento con la detención de Ternera, pero por si acaso elige para la portada digital una declaración de Eguiguren en la que se le califica de “héroe”.
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El “héroe” Ternera era uno de los miembros de la cúpula etarra en la época más sanguinaria de la banda, cuando por ejemplo se cometieron los atentados de la casa cuartel de Zaragoza e Hipercor. Que los asesinos asesinen no resulta sin embargo tan llamativo como la reacción de los “demócratas”, que en ocasiones incluyen a los asesinos en sus listas electorales, sus demócratas votantes los ponen en el Parlamento Vasco y los partidos mayoritarios los incluyen en una comisión de Derechos Humanos. Por lo visto ya entonces apuntaba maneras de “héroe”. En un día como hoy merece la pena recordar cómo Ternera llegó a ser incluido en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco. Su inclusión se debió a los votos de PNV y EA, que a su vez habían recibido los votos de Bildu para copar todos los órganos del Parlamento. Esto sucedía entre los años 1999 y 2000. Es decir, que Ternera fue diputado y miembro de la comisión de Derechos Humanos después de atentados como los citados de Zaragoza y Barcelona. en el interludio entre una condena en Francia y ser citado por la Justicia española precisamente para responder de su responsabilidad en esos atentados, momento en el cual se dio a la fuga. Era el año 2002, y desde entonces ha sobrevivido en libertad a todas sus víctimas, que al fin ahora puede que obtengan Justicia. Puede, sólo puede, porque tantas indignidades se han visto ya que para poder creer aquí primero hay que ver y tocar.
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