La sequía prolongada, las temperaturas elevadas y la fatalidad han desencadenado un voraz incendio forestal este fin de semana en la zona de Yanci y Lesaca. Ante la virulencia de las llamas, el Gobierno de Navarra solicitó la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que acudió desde Zaragoza con 25 vehículos de todo tipo incluyendo autobombas, cisternas y ambulancias. El Ministerio de Agricultura también destinó a la extinción un hidroavión del Ejército del Aire.
Llama la atención que la presidenta del Gobierno, a veces sólo del 30% de los navarros, no vaya a los desfiles de ese mismo ejército al que llama cuando hay un incendio.
El incendio y la UME es también un ejemplo del sentido que tiene formar parte de un gran país, o que el tamaño importa. Para un pueblo de 10.000 habitantes que fuera como una isla o una república independiente, un hospital moderno o un avión contra incendios es un gasto insoportable.
A su vez, lo sucedido nos pone en contacto con el convenio y la parte de los gastos del estado que pagamos los navarros por los servicios que nos presta. No solemos olvidarnos de que pagamos, pero a veces sí nos olvidamos de que a cambio recibimos servicios y que algunos de ellos no serían asumibles si no perteneciéramos a un todo más grande. Que además es un todo más grande en el que la mayoría estamos encantados, incluyendo algunos cuyos votos sirven para hacer presidenta a la olvidadiza Uxue Barcos.
2 respuestas
Si Uxue Barcos hiciera caso a la razón de manera habitual, como en este caso, y de paso hiciera caso a los resutados electorales, hoy a las 8 de la mañana, habría convocado nuevas elecciones y acto seguido habría dimitido.
Pero me da a mi que va a seguir la línea Asirón y pensar, “que se jodan que son 4 años”.
Ya queda menos, como para San Fermín. Y el camino ha quedado claro estas elecciones, espero que los políticos que manejan la cuestión no nos decepcionen.
Esa es precisamente la interpretación que hago del tema: cuestiones como el ejército (más imprescindible que nunca, siendo frontera con África), la diplomacia, salvamento marítimo, ciencia y tecnología, seguridad social y otros de mucho peso sólo tienen sentido en unidades muy grandes.
¿Un ejército vasco? ¿Una embajada vasca en Tailandia o en Zimbaue?
Si explicas estas cosas a la gente de manera didáctica y sencilla, se convencen de que son pura lógica. Los nacionalismos y el separatismo se fundamentan en un sentimiento acrítico e irracional que no sostiene una reflexión racional mínima. La cuestión, pues, tanto en Cataluña como aquí, es como trasladar esa idea al conjunto de la población.
Porque se puede hacer.
¿Pero cómo?