Uxue Barcos participó hace un par de días en Madrid en el desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, donde dejó una declaración llamativa cuando se le preguntó sobre el carácter nacionalista de su gobierno. La presidenta de Navarra negó la mayor asegurando a este respecto que: «¿Quién ha visto una ikurriña en un edificio institucional de Navarra en estos tres años?«. Las palabras de Barcos inmediatamente fueron objeto de mofa y befa a través de las redes sociales aunque, ¿podría ser que Barcos estuviera en lo cierto?
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Evidentemente en los últimos años los navarros hemos asistido a un indisimulado intento de “normalización” de la ikurriña en el paisaje foral el cual, si bien venía desarrollándose hace años desde la oposición, ahora lo hacen los partidos nacionalistas desde el gobierno, gracias al apoyo de Podemos e IU. No sólo es que se han llenado las fachadas de los ayuntamientos navarros de ikurriñas, empezando por el de Pamplona, sino que además esas ikurriñas se han colocado de manera ilegal, lo que ha dado lugar a las correspondientes condenas judiciales y multas que no pagarán los alcaldes nacionalistas o sus mariachis, sino los contribuyentes navarros en su conjunto.
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Así y todo, lo cierto es que Barcos en realidad no miente cuando dice poco menos que escandalizada que no hay ikurriñas en los edificios institucionales de Navarra porque, ¿cuáles son los edificios institucionales de Navarra?
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Si consultamos la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navara, nos encontramos que el Título 1 versa sobre “Las instituciones forales de Navarra”, y que en el artículo 10 se determina que estas son:
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El Parlamento o Cortes de Navarra.
El Gobierno de Navarra o Diputación Foral.
El Presidente de la Comunidad Foral de Navarra.
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Así pues, en un sentido estricto, Uxue Barcos no miente cuando dice que no se ha colocado la ikurriña en las insitituciones navarras, aunque al mismo tiempo haya plagado los ayuntamientos navarros de ikurriñas, ya que en rigor los ayuntamientos pueden ser organismos o entidades públicas pero no instituciones.
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Démosle tiempo al cuatripartito y la ikurriña estará en las instituciones
Evidentemente nadie debe llamarse a engaño en este punto puesto que la colocación de la ikurriña en la Diputación o el Parlamento (donde sí se ha colocado la bandera republicana o la bandera gay) no es el punto de salida del nacionalismo al llegar al gobierno, sino su meta. Lo que se está haciendo ahora mismo no es eso sino todo lo necesario para que vayamos llegando a eso. No olvidemos que, de todos los presidentes de todas las comunidades autónomas, Barcos es la única que votaría sí para ser absorbida por otra, en términos además en los que, atendiendo a la literalidad de la Transitoria Cuarta, perderíamos la práctica totalidad de nuestro autogobierno.
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