Algunas fuentes califican de “brutal” la caída producida por la crisis en los ingresos fiscales de la Hacienda Foral de Navarra. Se baraja un agujero sobre lo presupuestado en torno a los 400 millones de euros. En consecuencia, ésta va a ser la primera vez desde que Miguel Sanz es presidente en la que va a tener que presentar unos presupuestos con crecimiento negativo. Ayer mismo Alvaro Miranda, el consejero de Economía y Hacienda, presentaba unos presupuestos para el año 2009 cuyo montante es un 2,94% inferior al de los presupuestos del presente 2008. Por fuerza se imponen las restricciones en el gasto, lo que complica extraordinariamente el acuerdo presupuestario con el PSN . Existe además la percepción de que el recién estrenado secretario general del PSN, Roberto Jiménez, pretende utilizar la batalla contra los recortes como instrumento para cuajar ante la opinión pública navarra su figura como líder de la oposición.
Un panorama muy negro.
A la luz de la situación anterior, y según hemos ido conociendo por algunas fuentes, a la reunión del martes acudió el líder del PP con un tono sereno y conciliador. Allí se encontró, sin embargo, con un Miguel Sanz cuyo discurso nos califican de “tremendista”, pintando la situación de UPN y la suya propia con los colores más negros, temeroso de una eventual moción de censura y advirtiendo que la situación podría llegar a tal extremo que “podría verme obligado a convocar elecciones”. Sanz entregó a Mariano Rajoy una lista con más de veinte demandas de UPN al Partido Popular, incluyendo el TAV o mejoras fiscales para las PYMES, que éste presentará en forma de enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado. Rajoy, sin embargo, no consiguió obtener de Miguel Sanz el compromiso de que los dos diputados de UPN votarían los Presupuestos en el mismo sentido en que lo haría el Partido Popular.
La interpretación de Cervera vs la interpretación de Sanz.
Sabemos también que existe un radical desacuerdo entre Miguel Sanz y Santiago Cervera en torno a la cláusula del pacto UPN-PP, que el presidente navarro invoca para legitimar un voto contrario al del PP en la votación de los Presupuestos Generales del Estado. El criterio de Cervera es que si UPN y PP no votan juntos los presupuestos, el pacto con UPN se habrá roto irreversiblemente.
¿Hay una mano negra?
Otra cuestión que se está comentando entre bambalinas es la existencia de una “mano negra”. Todas las papeletas para asumir este papel las tiene el conocido empresario navarro y corellano Antonio Catalán, fundador de AC Hoteles, amigo común de Zapatero y Miguel Sanz con quien incluso este último suele compartir sus veraneos. Según ha llegado a nuestros oídos, se teme que Catalán podría estar ejerciendo una influencia sobre Sanz convenciéndole de que un alejamiento del PP podría beneficiar electoralmente a UPN. Una tesis que, por otra parte, no es estrictamente nueva dentro del partido regionalista, que puede haber cobrado fuerza a partir de la pérdida de la mayoría absoluta y que cuenta con sus partidarios dentro de UPN. En principio no estaríamos ante una ruptura, ni siquiera ante la posibilidad de un nuevo pacto PP-UPN, sino en todo caso ante un intento por parte regionalista de reinterpretar el pacto existente. Este es el escenario más perturbador en estos momentos. Mañana aportaremos un par de documentos que podrían incidir en esta hipótesis.
