Con el foco cerrado sobre Navarra, la noticia es que la planta de Landaben va a paralizar su producción desde el 26 de noviembre al 7 de enero para acometer las reformas necesarias en la fábrica destinadas a rematar el proceso de electrificación. No nos asustemos por tanto, paramos todo lo que haga falta, todo bajo control. No tendrás coche y serás feliz. Avanzamos imparables hacia el prometedor futuro de la electrofelicidad.
🚗La plantilla de Volkswagen Navarra afronta un año 'guadiana' https://t.co/SnKhirCNch
— SER Navarra (@SERnavarra) October 24, 2025
Si abrimos el foco y ampliamos el marco, sin embargo, las cosas suenan mucho más preocupantes, asumiendo que lo anterior nos dejara tranquilos. El diario alemán Bild alerta de que Volkswagen atraviesa una crisis de liquidez y necesita 11.000 millones de euros para cuadrar las cuentas de 2026. ¿Cómo de grave es la situación? Necesitar 11.000 millones de caja no es desde luego un asunto menor. Volkswagen dispone de activos superiores a esa cifra, pero son activos difíciles de convertir en liquidez, de hacerlo rápidamente o de hacerlo sin asumir una grave pérdida. Nadie pronuncia todavía la palabra rescate, pero de alguna manera flota en el aire.
Volkswagen se acerca al colapso por una crisis de liquidez: faltan 11.000 millones de euros para 2026 https://t.co/hxneBBszel pic.twitter.com/9a1eaAHabx
— elEconomista.es (@elEconomistaes) October 22, 2025
Que las cosas no van bien en Volkswagen es un secreto a voces. Naturalmente no serán los políticos del gobierno foral quienes peor guarden sin embargo ese secreto. No es que Volkswagen tenga problemas, es que todo el sector europeo de la automoción esta muriendo. No es una muerte natural, es asesinato. La Agenda 2030 y la UE al abrazarla han decidido la autodestrucción del sector del automóvil en Europa. No es una cuestión económica, es una cuestión ideológica. Por lo demás basta con ver las noticias en Google sobre Volkswagen, o sobre cualquier empresa del sector en Europa, para ver que siempre son negativas.

Lo que no nos dicen nuestros políticos bienamados, nos lo dice la bolsa. Volkswagen ha perdido en bolsa dos tercios de valor desde 2021, y eso que las bolsas mundiales están en máximos. El dinero no miente. Puede equivocarse pero no miente. Los políticos en cambio mienten y se equivocan constantemente.

Como acabamos de decir, la crisis de Volkswagen es evidente pero no un hecho aislado. Volkswagen no tiene un problema porque Volkswagen lo está haciendo mal, sino porque todo el sector europeo de la automoción está siendo masacrado por directrices políticas. El primer objetivo político es acabar con los coches de combustión, y el segundo que el parque existente de coches de combustión no sea sustituido por un parque de tamaño equivalente de coches eléctricos, sino que se reduzca el número de automóviles en un 90%. No lo dice Navarra Confidencial, lo dice abiertamente el gobierno. Vote no obstante usted a quien quiera, si alguien de su familia o usted mismo depende del sector de la automoción. No se aplique el dilema, bien es cierto, en caso de que su pasaporte sea chino.
La electrificación del parque automovilístico no es suficiente
— Transición Ecológica y Reto Demográfico (@mitecogob) September 16, 2022
✅ Necesitamos una transformación profunda del modelo de movilidad en nuestras ciudades
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En lo que evidentemente miente el gobierno es en decir a los trabajadores de Landaben o del sector de la automoción en general que todo va bien. Es obvio que no puedes decir por un lado, abiertamente, que quieres reducir en un 90% el número de vehículos, y por otro que todos tranquilos en el sector de la automoción, que la electrificación va a ser una era de prosperidad desconocida para el sector. Y si se va reducir el número de coches al 10%, ¿quién va a tener u coche eléctrico? Los más ricos, por supuesto. El vehículo particular se va a convertir en un artículo de lujo. Los vehículos eléctricos serán o públicos o privados para ricos.

Lo que desde luego se puede reprochar a Volkswagen o a todo el sector de la automoción es su cobardía para enfrentarse a la agenda política. A causa de esa cobardía daría menos pena ver los problemas de liquidez que atraviesan ahora. Lo que pasa es que esa cobardía no sólo tiene consecuencias sobre los directivos o los accionistas de Volkswagen, o del resto de empresas del sector, sino sobre decenas de miles de trabajadores. Sólo hay cuatro salidas a esta situación. La primera es volar la Agenda 2030 en vez del sector de la automoción. La segunda es liquidar el sector de la automoción dejando en la ruina a las familias de todos sus empleados. La tercera es acometer un rescate masivo y convertir lo que era un sector productivo y beneficioso en un sector zombi, dependiente de una financiación pública permanente a costa del contribuyente europeo. La cuarta es liquidar el sector, o por lo menos el 90% del sector, pero que el contribuyente europeo para evitar un conflicto social asuma los gastos e indeminizaciones a los trabajadores de esa enorme liquidación.