En Navarra todo es maravilloso tras 10 años de gobiernos de “progreso”. No hay problemas de corrupción, no hay problemas de inseguridad, no se han triplicado las violaciones, no se marchan las empresas, no hay ratas y no hay listas de espera en la sanidad pública. Como todos estos problemas no existen, no hay que hacer nada por tanto para resolverlos. Navarra es la comunidad española con mayor calidad de vida, dice Chivite. Lo que pasa es que Navarra ya era la comunidad española con mayor calidad de vida antes de llegar al poder Barcos y Chivite. Ahora no está tan claro que lo seamos, ya observemos la tasa de paro, los infomes PISA, las violaciones o las listas de espera. Lo que está claro es que si en algo seguimos a la cabeza es por menos diferencia y perdiendo constantemente terreno.
Hace unos días el consejero de Salud, Fernando Domínguez, ponía el grito en el cielo por las críticas que lleva recibiendo desde el año 2015 por su gestión. El último reproche intolerable es que la oposición filtrara un documento revelando que el que el gobierno foral se plantea cerrar servicios de urgencias en 11 centros de salud, recorte en virtud del cual se verían afectadas 95 localidades donde residen más de 93.000 navarros. Pero lo intolerable para Domínguez no es este recorte, es su filtración.
El nombre del consejero Domínguez hace años que viene asociado en Navarra a las listas de espera. Los datos que acaba de publicar el Ministerio de Sanidad a través del sistema de información sobre listas de espera en el sistema nacional de Salud, correspondientes al mes de junio, resultan escandalosos. La lista de espera para consulta en la sanidad pública navarra es, por poco, la segunda más alta de España, después de Canarias. 142 días frente a los 63 de Madrid, por ejemplo. Menos mal que Ayuso está desmantelando la sanidad pública y nosotros tenemos el gobierno más progresista del mundo. A la luz de los discursos, naturalmente, no a la luz de los resultados.
Domínguez lleva siendo consejero de Salud desde 2015 con el paréntesis entre 2019 y 2023 de la consejera Indurain, a la cual le tocó en suerte todo el periodo de la pandemia. Precisamente. pese a librarse de ese trance como consejero, Domínguez sigue echando la culpa a la pandemia de las listas de espera. El problema es que en todas las comunidades hubo pandemia y somos nosotros los que tenemos las cifras más lamentables. Tenemos este problema, además, con una de las cifras más elevadas de gasto público sanitario por habitante. Lo que parece claro tras tantos años es que si alguien no va a acabar ya con este problema es este gobierno, o por lo menos el consejero Domínguez. Pero claro, si el problema no existe para qué vamos a intentar buscar soluciones.
