La izquierda no se conforma con menos que etiquetar de asesinos a los lideres de la derecha, no ya singularmente Ione Belarra, para como dice reventarla, sino que es algo que hace sistemáticamente y desde hace décadas toda la izquierda. Esto sucede desde siempre, sencillamente nos hemos acostumbrado. Mazón asesino, Aznar asesino, Ayuso asesina, Bonilla asesino. No se conforman con llamar a los líderes de la derecha malos gestores o irresponsables. El cargo menor que se debe usar contra un líder de la derecha en España es asesino. Por supuesto la vara de medir es distinta para la izquierda. A los presidentes de izquierdas no se les puede criminalizar por los muertos en las inundaciones, el COVID, o las mamografías. Nos escandalizamos ahora con Ione Belarra por decir que quiere reventar a la derecha, pero en realidad su discurso está normalizado. O piensas como ellos o eres un asesino. Te llaman asesino para asesinarte o para meterte en la cárcel. No se puede no ser de izquierdas impunemente.
En democracia nadie revienta a nadie https://t.co/pOMZZTM3tB
— Elisa Beni (@elisabeni) November 12, 2025
Llamar fascistas a todos los líderes de la derecha es otra variante de llamarles asesinos. No llamas a alguien asesino o fascista para regalarle pasteles, se lo llamas para reventarlo. Para que reventarlo está justificado. La derecha lleva siendo calificada por la izquierda de fascista, franquista y cunetera desde hace años. Al fascismo no se le discute, se le combate. No llamas asesino o nazi a alguien para debatir, sino para reventarlo. A Ione Belarra o a Otegui simplemente se les ve más el plumero.
Marcos Ondarra (@MarcosOndarra), sobre la reacción del líder de Podemos en la sombra con la agresión al periodista de El Español: "Pablo Iglesias no justifica la violencia contra los fascistas, no, sino que llama fascistas a aquellos contra los que quiere justificar la violencia" pic.twitter.com/Rl06SSRnLb
— Pablo Haro Urquízar (@pabloharour) November 12, 2025
Es imposible llevar la contraria a la izquierda sin convertirse en fascista. Es decir, la izquierda no califica como fascista a un subgrupo de las personas o las formaciones que le llevan la contraria, acaso por ser realmente fascistas. Todo el que lleva la contraria a la izquierda es fascista. A la derecha de la izquierda sólo hay fascismo. Incluso a la derecha del PSOE, pero a la izquierda de la derecha, también todos son o han sido fascistas, desde Rosa Díez hasta Rivera. Rajoy se llevó un puñetazo por ser un fascista. A Aznar directamente le pusieron un coche bomba como a Carrero, por ser un fascista. Feijóo es un vendido al fascismo, aparte de un cómplice de los narcotraficantes. VOX es indistinguible del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. Para hacerse una idea de lo malo que es Abascal, hay que mirar a Hitler y pensar que Abascal es mil veces peor.
En general cabe diagnosticar que la derecha durante décadas se ha dejado insultar. El problema es que dejarse criminalizar por la izquierda tiene consecuencias. El famoso muro del sanchismo no es un capricho ni una novedad. ¿Para qué sirve un muro? Para evitar que cruces al otro lado pase lo que pase. Si construyes un muro entre tu gobierno y la oposición, puedes robar o gestionar mal impunemente. Estás listo si te pones a robar o a soltar violadores y es fácil pasar al otro lado del voto. Por el contrario, aunque robes o gestiones mal los votantes se resistirán a saltar el muro si piensan que los del otro lado son unos asesinos y unos fascistas. Es más, si te dedicas a robar, gestionar mal o a pactar con golpistas, chavistas y filoetarras, para justificarte no te queda más remedio que llamar fascistas y asesinos a los del otro lado del muro. Aunque fueran santos los del otro lado del muro.
Nos intentaron boicotear para que no pudiéramos montar la carpa de VOX en la Plaza Osca, en el barrio de Sants.
— Miguel MV (@MiguelMV1984) November 6, 2025
¡NO LO HAN CONSEGUIDO! Gracias a todos los compañeros que lo han hecho posible. En especial a nuestro concejal @gonzalodeoro agredido por la turba.
Sin miedo a nada… pic.twitter.com/rdSgo1IhTu
Defenderse con un buen ataque y llamar asesino a Mazón, por otro lado, es la mejor estrategia para que no llamen asesino a ti. Mientras el debate sea cómo de asesino es Mazón, el debate no es qué hacías en la India, cuánto tardaste en reaccionar, por qué ante la inacción de Mazón no tomaste tú el timón, por qué no diste la alarma tú, por qué no declaraste el estado de alarma, por qué durante años no habías hecho ninguna obra y por qué dejaste tiradas sin ayuda cinco días a las víctimas. Si llamas asesina a Ayuso y sólo hablas de los 7.291 muertos de Madrid, evitas que el debate sean los 121.760 muertos en toda España.
Hay que agradecerle al movimiento antifascista que se esté ocupando de la principal tarea ciudadana de nuestro tiempo que es hacer que las universidades y las calles sean espacios libres de fascismo.
— Podemos (@PODEMOS) October 31, 2025
📽️ @IreneMontero pic.twitter.com/7iD1JrHCEm
Mantener permanentemente abierta para siempre la herida de la Guerra Civil es otra forma de sostener el muro. Mientras la gente piense que los otros son unos franquistas, les puedo robar sin que me echen del poder. O puedo gestionar mal. O puedo vender el país a los separatistas. O cambiar votos por indultos. O poner a mi mujer a captar fondos del gobierno o colocar a mi hermano. No sólo eso. Mientras estemos hablando de lo franquistas que son todos los que me quieren sacar de Moncloa, no hablamos de mi propio pasado. Del pasado del PSOE. Del pasado del PCE. Del pasado de Esquerra. Del pasado del PNV. Hay que reconocerle a la izquierda la habilidad de que, 90 años después, más de media España se piense que en 1936 el PSOE o los comunistas defendían la democracia. Podía ser que la izquierda en 1936 hubiera defendido la democracia y eso no la legitimaría para robar o gobernar mal en el presente, pero es que ni siquiera es el caso. La izquierda roba y gestiona mal en el presente y en 1936 defendía la dictadura del proletariado y el estalinismo de la URSS. Lo que hizo la izquierda entre 1936 y 1939 en la media España que controló fue ejercer el terror.
‼️ Este lunes 17 de noviembre a las 22:00 no te puedes perder 'Lo que nos ocultaron'. Un profundo repaso a nuestra historia. pic.twitter.com/LFs6S2Mm1M
— El Toro TV (@eltorotv) November 12, 2025
Reventar al otro es una actitud que sólo puede llevar al enfrentamiento. Ione Belarra quiere el enfrentamiento. El problema buscando un enfrentamiento es que como en 1936 puedes perderlo. Reventar al otro es sólo el 50% de las posibilidades. Por lo demás, la derecha tiene que defenderse de la criminalización de la que siempre es objeto por dos motivos. Primero porque te criminalizan para reventarte. Te van a reventar si te dejas criminalizar. Y segundo porque la convivencia no se puede asentar sobre el hecho de que unos son maravillosos y otros criminales. Hace falta un equilibrio para poder convivir. O todos reconocemos que somos estupendos, o por lo menos reconocemos que todos somos imperfectos y tenemos nuestros lastres. Podemos entendernos si todos nos reconocemos pecadores. O si todos nos creemos santos. Pero si te crees Ione Belarra y ves al resto del mundo como escoria, quieres reventar al resto del mundo. Por lo demás nadie tiene claro por qué Ione Belarra se cree tan por encima del mundo.
Un comentario
Este es el nivel de la izquierda y la extrema izquierda, así como del nacionalismo y separatismo: les faltan argumentos y les sobran insultos. Actúan como autómatas previamente programados, incapaces de ser críticos para mejorar su ideología. Dos preguntas: ¿En qué país ha triunfado el comunismo? ¿Por qué salen de sus países cubanos, venezolanos o colombianos?