La administración no reaccionó a las denuncias del campamamento de Bernedo antes de hacerse públicas. Pasó todo un año, en realidad puede que más, con las denuncias pudriéndose en los cajones. Todo lo aparecido en los medios ha sucedido un año después al menos de que la administración vasca y la Ertzaintza ya tuvieran conocimiento mediante denuncias privadas de lo que sucedía en los campamentos. Es decir que nada se hizo, un verano más se celebraron los campamentos y un veranos más hubo una legión de niños traumatizados.
🔴 #ÚLTIMAHORA | VOX denuncia en el juzgado de Estella a los organizadores de los campamentos de Bernedo, Abáigar y Goñi
— VOX Navarra (@VoxNavarra) October 24, 2025
Acusamos a la asociación Sarre Euskal Udalekuak Elkartea de delitos contra la libertad sexual, corrupción de menores y exhibicionismo y provocación sexual.… pic.twitter.com/ZPVLYqrKwy
Tras hacerse públicas las prácticas del campamento y saltar a los medios, las autoridades vascas y la administración comparecieron a anunciar nada en concreto, salvo que iban a investigarlo. Ya llevaban un año investigando pero necesitaban más tiempo. La próxima glaciación a fin de cuentas puede tardar siglos en volver. No hay prisa hasta que se congele todo.

Lo que por lo visto sí está siendo urgente es perseguir a los denunciantes, ya sean los propios familiares afectados o las personas y medios que se están mostrando críticos con los campamentos.
Una entidad financiada por el PNV señala a los denunciantes del campamento de Bernedo.
— THE OBJECTIVE (@TheObjective_es) October 24, 2025
Noticia de Marcos Ondarra (@MarcosOndarra).https://t.co/w7CQUNBD4m
Para señalar, acosar e intimidar a los denunciantes, o a las personas indignadas por los sucesos acaecidos en estos campamentos, el instrumento adecuado están siendo plataformas como el Observatorio contra la LGTBI+fobia de Vitoria, Ikusgune, o la Universidad Pública del País Vasco, que ha expedientado a dos de sus profesores.
Dos profesores de la UPV-EHU expedientados porque los borrokas les denunciaron por denunciar en redes las aberraciones queer y sexuales del albergue juvenil de Bernedo, y silencio total. La universidad está podrida y la prensa en la inopia (luego lloros por lo de Pamplona) pic.twitter.com/WfxBZpvsyL
— Carlos Mtz Gorriarán (@cmgorriaran) November 2, 2025
Lo que por lo visto no genera ningún riesgo de ser denunciado o expedientado es la defensa de estos campamentos. No ya de los propios campamentos, sino de todo lo sucedido en ellos. Mezclar niños con adultos desnudos en las duchas es generar “un espacio para deconstruir la sexualización”. Denunciar que un niño tenga que chupar el pie a un monitor a cambio de la merienda es intolerable transfobia. Criticar que los monitores se paseen desnudos entre los niños o que mantengan relaciones ante ellos es discurso de odio. Colocar una cámara en la ducha de un vestuario de niños es un delito, pero meterse desnudo en la ducha con ellos es al parecer combatir la pederastofobia.
"Las duchas mixtas son un espacio para deconstruir la sexualización", responden los monitores de las colonias infantiles de Bernedo https://t.co/Ob5KAKyWMZ
— EL MUNDO (@elmundoes) September 26, 2025
Poco puede extrañar ante esto la prepotencia con la que respondieron a las denuncias e informaciones los responsables de los campamentos. La administración y sus tentáculos han reaccionado ante las denuncias, pero persiguiendo a los denunciantes. Los políticos en el poder no son el escudo frente a estas barbaridades, sino la fuente de estas barbaridades. El sistema no reacciona ante estos sucesos sino que estos sucesos son la consecuencia lógica del discurso impuesto por el sistema. Sólo queda la Justicia y la parte de la sociedad que se resiste a admitir que lo blanco es negro, o que blanco o negro es lo que diga en cada momento el gobierno.