Las comparecencias en la comisión de investigación del Parlamento de Navarra sobre el informe de adjudicación de las obras de los túneles de Velate siguen arrojando luz sobre todo lo sucedido, o sombras según interpretemos los testimonios. De este modo la comparecencia hoy de Guillermo Vallejo, uno de los técnicos ingenieros que participó en la mesa de contratación y en la votación de la oferta ganadora, vuelve a poner en jaque la actuación de Jesús Polo, el presidente de la mesa.
Entre los episodios llamativos del proceso de adjudicación uno no menor fue la discusión a voces en el despacho de Polo entre este y Vallejo, o sea entre el presidente y uno de los técnicos de la mesa. Esta acalorada discusión terminó con el técnico saliendo del despacho de Polo dando una patada a la puerta. Es imposible otorgar carácter de normalidad a este suceso, en un proceso lleno de anormalidades que desembocan en la gran anormalidad de adjudicar la obra a una empresa de la que Cerdán era copropietario en secreto.
Así se las gastaba el presidente de la mesa de contratación de Belate 👇🏻
— UPN (@upn_navarra) October 21, 2025
Pidió a uno de los vocales de la mesa que revisara la puntuación que había otorgado a las empresas que se presentaron a la licitación.
‼️El Sr. Polo dijo que no había hablado con este vocal de Belate, por… pic.twitter.com/YjevIExnCS
Existen además dos versiones sobre este episodio. Polo, el presidente de la mesa, reconoció lo sucedido, pero se negó a aportar detalles asegurando que se trató de una discusión por motivos personales, sin relación alguna con la adjudicación de la obra.
Por el contrario, hoy Vallejo ha explicado que el episodio estuvo totalmente relacionado con la adjudicación de la obra, que Polo pretendía que Vallejo cambiara en su votación las puntuaciones de las empresas, que para inducir este cambio Polo le acusaba a Vallejo de tener favoritismo por Mariezcurrena, y que Vallejo acabó saliendo indignado del despacho de Polo dando una patada a la puerta.
Polo, por tanto, habría mentido la semana pasada al decir que la discusión no tenía relación alguna con la adjudicación de la obra.
Vídeo: Jesús Polo afirmó que el incidente con el ingeniero Guillermo Vallejo no tenía nada que ver con Belate https://t.co/E9fPTKTLge
— Diario de Navarra (@DiariodeNavarra) October 21, 2025
Polo, además, habría intentado que un técnico cambiara sus puntuaciones después de emitir su voto, con la enorme gravedad y trascendencia que tiene este hecho.
El voto de Polo, por lo demás, fue determinante a la hora de bajar la nota a Mariezcurrena en la votación general para que quedara en primer puesto Servinabar. Sin la votación de Polo, habría quedado ganadora la oferta de Mariezcurrena en vez de la UTE de Acciona y Servinabar.
El extraño episodio cuestiona además si Polo votó o no conociendo el voto de los demás, para poder alterar el resultado. Según ha explicado Vallejo, él terminó de confeccionar sus puntuaciones el 5 de mayo, y envió su voto con las mismas a Polo, el presidente de la mesa, el 11 de mayo. Este episodio de la discusión y la patada tuvo lugar unos días después sin que Vallejo pudiera precisar la fecha, aunque obviamente en ese momento Polo sabía el voto con las puntuaciones de Vallejo puesto que el objeto de la discusión era que Vallejo las cambiara. ¿Había votado ya Polo en ese momento? Polo aseguró que votó el 15 de mayo no siendo el último en hacerlo. Vallejo, no obstante, ha declarado que podría precisar el día porque fue antes de tener que realizar un curso cuya fecha podría consultar.
Nos encontramos por consiguiente ante una situación de extrema gravedad, con el presidente de la mesa presionando a uno de los vocales para cambiar su votación. Da igual que Vallejo asegure que no cambió su puntuación pese a la presión, la presión es intolerable en sí misma, ceda el vocal a la presión o no. La pregunta por lo demás es cuál era el objeto de esa presión. Para conseguir qué ejerció el presidente de la mesa esa presión. Si Polo además mintió la semana pasada en la comisión, asegurando que esta discusión tuvo carácter personal y no tenía relación con la obra, no cabe sino acrecentar las sospechas sobre Polo a lo largo de todo el proceso de adjudicación.
Vallejo también ha declarado acerca de la anormalidad de que se hubiera prorrogado reiteradamente la jubilación de Polo para que fuera el presidente de la mesa: “todos los compañeros que han estado conmigo decían que a los 70 años no es que me vaya yo, es que me echan. No puedo decir nada más”.
Vallejo también ha confirmado los rumores generalizados antes de la adjudicación de que la obra se la iba a llevar la UTE de Aciona-Servinabar.
@DiariodeNavarra Llama la atención
— Pedro Muneta (@PedroMuneta) October 15, 2025
los votos de los otros 4 vocales:
A la UTE de Servinabar: 45'3
A la UTE de Mariezcurrena: 45'67.
Polo (el quinto y presidente) penalizó a Mariezcurrena en "la programación de obra" con un 7. Sus compañeros le otorgaron 8, 9 y 10 puntos. pic.twitter.com/vEbnUCNp3k
Por lo que se refiere a si Polo votó sabiendo ya o no el voto de los demás, Vallejo no ha querido dudar de Polo pero ha afirmado que si lo hizo o no “sólo lo sabe él”. Efectivamente, esto es así porque ha sido totalmente borrado y formateado el ordenador usado por Polo. Esta es sin embargo otra de las inconsistencias de la adjudicación que pone bajo sospecha todo el resultado. No ya si Polo efectivamente votó sabiendo los votos de los demás o no, sino el mero hecho de que el procedimiento posibilitara esta circunstancia y de que ahora haya que fiar todo a la honradez de Polo. ¿Y si Polo no fue honrado? Si no se trataba de que Polo pudiera cambiar el resultado con su voto, ¿por qué usar un procedimiento que permitía esa posibilidad? ¿Por qué fiar todo a la honradez de Polo en vez de usar un procedimiento que garantizara que todos votaban sin saber lo que habían votado los demás? Por lo demás parece que a Polo no le resultaba indiferente el resultado de la adjudicación, cuando acabó discutiendo a voces con uno de los técnicos su puntuación. El hecho además es que la votación de Polo, sabiendo el voto de los demás o no, decantó el resultado en contra de Mariezcurrena y a favor de Servinabar.
En todo este escándalo de Cerdán y los túneles de Velate lo que no se puede pretender es que no hay nada sospechoso. La pretensión de la izquierda y el nacionalismo de que no hay nada raro cae por su peso. ¿Cómo no va a haber nada sospechoso en que la mayor obra pública de Navarra, en un proceso lleno de incidencias e irregularidades, acabe siendo adjudicado a una empresa de la que es copropietario en secreto Cerdán? O sea, el caso de Velate no es como revisar un avión, dejarlo despegar concluyendo que todo está bien ajustado, y ver que después se estrella, sino habiéndose estrellado el avión intentar negar cualquier fallo. La adjudicación a la empresa de Cerdán no se puede dejar de sospechar que no es casual. Antxon Alonso no convierte a Cerdán en copropietario en secreto de Servinabar para que las adjudicaciones públicas a Servinabar sean «casuales», o se adjudiquen igual que si no fuera copropietario secreto el número 3 del PSOE. Si todo el proceso de adjudicación hubiera sido impoluto pero hubiera acabado adjudicando la obra a la empresa de Cerdán, todavía cabría sospechar. Habiendo sido todo el proceso que acaba en la adjudicación a Servinabar un rosario de irregularidades, lo que no cabe es no sospechar.