El PP tiene a Ayuso y UPN no. Esto es una obviedad, pero también algo más que una obviedad. ¿Qué representa Ayuso en el PP nacional y en Madrid? Por supuesto Ayuso es una figura extraordinaria dentro del PP, con un gran tirón electoral al menos en Madrid, pero que no es sólo una buena apuesta estratégica del PP por los votos de Madrid. Merece la pena no obstante analizar también las razones del éxito de Ayuso en Madrid. Es a partir de ahí cuando podemos empezar a cavilar sobre la conveniencia o no de que UPN tuviera una especie de Ayuso aquí.

Hubo una época dorada para el PP en la que podía hacer o decir lo que quisiera sin apenas repercusión electoral por parte de sus propios votantes. No había elección. La única alternativa al PSOE era el PP. ¿Era el PP realmente una alternativa al PSOE? Da igual, no había otra. Si a los liberales o los conservadores no les gustaba pues que hicieran la maleta, como les dijo Rajoy. Total, tampoco había otro sitio hacia dónde ir. Pero luego todo cambió. De hecho mucho tardó en cambiar el mapa político hasta que el desencanto de millones de votantes de centro derecha, despreciados constantemente, cristalizó en algún tipo de alternativa al Partido Popular. Naturalmente esta fragmentación de la oferta electoral por la derecha poco ha tardado en llegar a Navarra, lo que política y estratégicamente determina una nueva realidad.

Ayuso seguramente habría sido también una buena candidata para el PP en aquellos tiempos pasados, pero lo es mucho más en el momento actual. ¿Cuál es el riesgo para el PP? Pues que ahora puede perder votos por la derecha. Ya no puede escorarse tanto como quiera hacia la izquierda sin perder un chorro de votos por el otro costado. ¿Y cuál es el papel de Ayuso en este nuevo escenario? Ser un dique de contención por el flanco derecho de los populares.

Ayuso es una figura que le permite a Feijóo escorarse a la izquierda sin sufrir un mayor castigo electoral. Mientras el líder del PP en su círculo de decisión real se rodeaba de personas del perfil de González Pons, Borja Sémper o Cuca Gamarra (ahora en bajamar cada uno por sus circunstancias), la figura de Ayuso servía para retener a los votantes más críticos. Mientras el PP votaba con los socialistas en Europa las políticas más devastadoras y neocomunistas de la Agenda 2030, Ayuso decía unas palabras contra la Agenda y tranquilizaba a los votantes populares que se sentían inquietos. El problema es por un lado que el discurso de Ayuso muchas veces es errático, como respecto a la inmigración o el aborto, y otras veces es irrelevante respecto a las políticas reales por las que el PP viene apostando a nivel nacional y europeo. Sin embargo funciona. De entrada VOX tendría mucho mejores resultados en Madrid sin Ayuso.

¿Cuál es uno de los problemas de UPN? Que como se ha podido comprobar con las declaraciones del alcalde de Valtierra el único discurso de UPN es del Ibarrola de Esparza, y el discurso de Ibarrola y Esparza abraza el catecismo woke capítulo por capítulo, haciéndolo casi indistinguible de un partido de izquierdas. Buena parte de los votantes de UPN, sin embargo, seguramente se veían más representados por las palabras del alcalde de Valtierra que por la reacción sumisa con el discurso dominante de Esparza e Ibarrola. El problema a este respecto es que no hay una Ayuso en UPN, no hay un dique de contención a la derecha de UPN, no hay otra voz que la de Esparza e Ibarrola.
UPN ríe las gracias a Bildu en el #NafarroaOinez en Sangüesa.
— Alberto Guijarro Cano (@GuijarroCano_) October 20, 2024
Lo que se hace por los sillones… ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar por el poder?
Vaya deriva…❌ pic.twitter.com/QH6jDCHCV3
Esto significa no sólo que el discurso de UPN se escora a la izquierda de forma escandalosa, y no sólo hacia la izquierda sino incluso hacia el nacionalismo de Geroa, significa además que a nivel estratégico no hay ni siquiera la apariencia de una alternativa discursiva. El que acabe sintiéndose incómodo con la deriva de Esparza e Ibarrola no tendrá más alternativa que cambiar el voto. Ni siquiera se le ofrece la apariencia de que en UPN hay voces menos progresistas, por más que leales a Esparza e Ibarrola, que puedan pintar algo o servir de contrapunto. Seguramente hay una buena razón para ello, y es que si en UPN emergiera un perfil atractivo menos Esparzista e Ibarrolista, Esparza e Ibarrola perderían el control de UPN en un suspiro. Lo bueno para el centro derecha navarro es que lo que no ofrece UPN se puede encontrar ya en otros supermercados.