El negocio ruinoso de comprar acciones de Banca Cívica

Las historias circulaban por toda Navarra. Todo el mundo en la comunidad foral tiene parientes de toda edad y condición a los que desde cualquier sucursal de Caja Navarra se les insistió vehementemente para adquirir acciones de Banca Cívica. Entre los empresarios, era casi inevitable que a la hora de negociar con Caja Navarra respecto a las cuentas de crédito o las líneas de financiación de sus empresas apareciera, como quien no quiere la cosa, la conveniencia de invertir en acciones de banca Cívica.

UGT y CCOO denunciaron la presión de Banca Cívica a la plantilla para colocar las acciones

En sendas notas, CCOO y UGT denunciaban el pasado mes de junio un “excesivo nivel de presión” sobre los empleados para colocar las acciones entre los clientes. Una presión que, según los sindicatos, tuvieron que padecer también los propios empleados “desde que se le preguntó a los trabajadores cuánto iban a adquirir en acciones de Banca Cívica”.

Una inversión ruinosa

Paradójicamente, para evitar una inversión desinformada muchos navarros tuvieron que acudir a los medios nacionales en busca de análisis críticos sobre Banca Cívica. En la propia Comunidad Foral, la información crítica apenas llegaba a los navarros a través de lo que el mismo Enrique Goñi denomina como la “guerrilla digital anónima”. No todos los navarros pudieron conocer a tiempo que Banca Cívica no salía bolsa a causa de sus extraordinarios resultados sino a causa de vivir un momento agónico, lo que implicaba para los inversores múltiples riesgos. La prueba es que esos inversores, hasta 26.000 navarros, acumulan desde la salida a bolsa pérdidas del 31,5%. Puede que en Caixabank recuperen en el futuro su dinero pero que comprar acciones de Banca Cïvica fue un error es un hecho. Asumiendo que las acciones de CaixaBank puedan ser una buena inversión algún día, de no haber comprado nunca acciones de Banca Cïvica ahora podrían invertir en CaixaBank un 31,5% más de dinero.