Socorro:
Vengo de la calle y no se habla de otra cosa. La corrupción. Mi modista, muy filósofa y tiene mucho tiempo para pensar mientras cose, dice que el castigo del mentiroso no es que le descubran la mentira sino que ya no podrá creer que los demás dicen la verdad. Supongo que en la corrupción debe ocurrir algo parecido. Los corruptos creen que todos son corruptos.
¿Crees que cada vez hay más corrupción en España?
Remedios:
Sí, parece que ésto va a más.
Pero habrá que hacer algo ¿no?
Predicando no se puede. Antes había una religión, pero sobre todo había unos principios adquiridos en la educación, había sobre todo una ética personal … y había miedo a la vergüenza pública y al castigo. Mira, ahora con Zapatero, se ha echado a patadas la religión de la sociedad, pero eso no es nada, se han cargado también la ética. Y ésto es muy serio.
Pero, la religión y la ética, ¿no es lo mismo?.
No, no. La ética es para la raza humana algo así como un código genético que nos impulsa a comportarnos bien, a evitar hacer daño a los demás, a aspirar a lo sublime, a lo universal, a lo espiritual. No tiene nada que ver con la religión, pero todas las religiones cuidan y promueven la ética, que es de derecho natural.
Estás un poco sublime Remedios.
Socorro. Zapatero se ha cargado la ética.
Fíjate que en los países anglosajones la religión dejó de condicionar la vida política mucho antes que en los países latinos, desde luego muchísimo antes que en España. Pero han conservado la ética sobre un pedestal. Sabes que cualquier político que mienta ante el Parlamento o ante la opinión pública, se vería obligado a dimitir en 24 horas. En el Reino Unido por ejemplo. O en la ética alemana. Y en muchos otros lugares. En España hasta hace poco tiempo. En el mundo anglosajón incluso cuando la vida personal no es un buen ejemplo según los valores éticos de la sociedad.
Tienes razón. Zapatero se ha hartado a mentir. Fíjate cuando negó que seguía negociando con ETA después del bombazo de la T4. Y se ha quedado tan tranquilo. "Qué buen político soy" … pensó seguramente.
Y sus ministros igual. Qué me dices cómo miente sin parar la Vicepresidente De la Vega, o Rubalcaba. Fíjate cómo negaron que Navarra estuviera en la mesas de negociación. Y desde ahí se ha ido creando una cadena, un círculo vicioso infernal que va influyendo, va percolando en todos los niveles de la sociedad. Mira Socorro cómo nuestros hijos se están educando en un ambiente ya sin ética. Los ejemplos que ven son demoledores.
Nos estamos perdiendo Remedios. ¿Y la corrupción?, ¿la corrupción moral?. El dinerete fácil debajo de la mesa. ¿Por qué va a más ésto?.
Es lógico que vaya a más. Tiene que ir a más. Si eliminas la ética, si ves a nuestros líderes mentir sin consecuencias, si se hace la avestruz sobre cómo se financian los partidos políticos, los ayuntamientos … . Entonces, qué quieres, todo el mundo se lanza a poner la mano debajo de la mesa. La corrupción moral pasa a ser la regla normal del juego. Luego, eso ya no es corrupción. Es una manera de operar en el mercado. Vamos. Como si estuviéramos en un bazar del Oriente Medio. Algo normal. Y percola en todos los niveles. Si ya no es punible socialmente, ¿cómo la vas a hacer punible penalmente?. No se sostiene. Fíjate que los llamados corruptos suelen acabar siendo ídolos de la sociedad. Quizá por envidia … . Un desastre.
Remedios. ¿Qué dices que pasa con los ayuntamientos y los partidos políticos?
Fíjate lo que pasa. Los ayuntamientos se han quedado con el monopolio del suelo. Y nadie dice nada. Sin una firma de los concejales, tu terreno no vale nada. La propiedad privada no vale nada si no te la "recalifican". "Prohibido construir excepto donde diga yo". ¿Ves?, ya la tenemos montada. La firma de unos concejales puede hacer que tu terreno valga 100, 1000 veces más que sin su firma. Ya la tenemos montada. Menuda fuente de dinero B … claro a costa de pisos caros. Si la ley permite que la firma de unos concejales valga cientos de millones, ¿quién puede resistir esa tentación? Imposible. En este caso la corrupción no está en el concejal. Está en el sistema. Es mucho más grave. Y ésto lo promueven deliberadamente los (todos) partidos políticos.
Exageras Remedios.
No. No exagero Socorrro. Imagina la barbaridad de dinero B que puede pedirse a los beneficiarios de las recalificaciones de terrenos. Incréible. Y ese dinero sirve para pagar a mucha gente, gente que está en la "cosa pública".
Pero esto siempre ha sido así ¿no?.
Antes, cuando había aduanas altas en el comercio exterior, además de cupos, cuotas y otras restricciones al libre comercio, los de la "cosa pública" se financiaban por esa vía del comercio exterior. No te digo lo que había que pagar en los años 60 por conseguir una licencia de importación, para un coche Mercedes por ejemplo. Las obras públicas eran otra buena vía … y seguramente siguen siéndolo. Pero lo de las "recalificaciones", esto es la gran moda actual para financiar a todo el mundo. Y lo usan todos los partidos políticos. De vez en cuando cogen a un pillo (como hicieron con el alcalde de Marbella, el de la Pantoja) y lo crucifican para que parezca que son casos aislados. Pero son todos. Lo perverso de la situación de ahora es que todo este mundo de las recalificaciones de terrenos – lo que origina la corrupción – está avalado por la Ley.
¿Y qué hacemos para parar la corrupción?
Es muy sencillo. Hay que empezar por arriba, por los políticos, por los que se ocupan de la "cosa pública". A todos los niveles.
¿Volviendo a inyectarles la ética que han perdido? ¿Obligándoles a dimitir cuando no sigan una ética?
No. No. Eso ya no es posible. No se puede volver atrás. En esta sociedad ya no es posible. Hay que buscar una fórmula ética y legal para meter dinero en los bolsillos de los políticos. Mucho dinero. Ellos necesitan vivir bien y financiarse la continuidad en el sillón. ¿No ves que quieren conservar el silllón para seguir beneficiando al pueblo?. No lo hacen por ellos mismos. Y eso cuesta mucho dinero.
Tú me dirás Remedios.
Mira Socorro. Tenemos que inspirarnos en lo que hizo el Real Madrid.
¿Ahora me sacas el fútbol?
Sí, Socorro, te saco el fútbol. El Real Madrid fue el primer club que puso un cartelito ZANUSSI en las camisetas de los jugadores. El primer día, cuando saltaron al campo, fue una vergüenza, una bajeza. Hubo pitos. Pero mira, ahora es moneda común. Todos los equipos lo hacen. Hasta los alpinistas llevan anuncios para que salgan en la tele. Pero lo del Real Madrid fue magistral. Hubo trauma al principio, pero ya se han cerrado las heridas y mejorado las cuentas del club. Esta idea genial la inventaron los publicistas conchavados con los periodistas. Vamos, los que entienden de la comunicación. Ahora les toca a los políticos.
¿Qué dices?. O sea, a ver si te entiendo. Lo que quieres decir, Remedios, es que lo del cartelito es asunto limpio, transparente y avalado por la sociedad. Que puede ser un poco bajo, o si prefieres mezquino, pero que de corrupción, nada. A la luz pública, transparente y transaccionado con las reglas del mercado.
Vas bien Socorro. Por ahí vas bien. Nada de corrupción. Leyes del mercado con luz y taquígrafos. ¿Cómo no lo vieron los políticos?. ¿Como no pensaron antes en ello?. No pensaron en el cartelito y propugnaron en cambio bobamente una nueva ética agnóstica de la honradez, como cuando Alfonso Guerra dijo que ni el Gobernador del Banco de España podría tener un sueldo superior al de Felipe en Moncloa. Un nuevo signo de progresismo honrado. Ridículo. Pero cuando un concejal socialista del ayuntamiento de Madrid (un tal Puerta) acusó de corrupción a otro concejal, también socialista, dieron de baja en el PSOE al concejal acusador, a la paloma mensajera. Etica agnóstica.
Pongamos ejemplos para ver cómo los políticos podrían forrarse sin corrupción. Quién podría dudar que la ministra Babiana Aído sería muy rentable para el mundo de la comunicación si hubiera pensado en colgar de su cuello un cartelito de Zanussi el día en que anunció el aborto a los 16 años, o cuando decida convocar a los medios de comunicación para ofrecernos su dimisión a cambio de la presidencia de los Coros y Danzas de Huelva. Podría obtener dinerales que los periodistas se encargarían de bien negociar. O cuando el juez Garzón subiera a la tribuna pública para anunciar al país que dejaba la toga para casarse con Ana Obregón o con un travesti neoliberal. El cartelito no tendría precio. Una gran jubilación anticipada. O qué dineral no hubiera ganado Boyer si se hubiera colgado un cartelito Zanussi el día que en 1983 anunció la expropiación de Rumasa. Un dineral. ¿Me entiendes Socorro?
Vaya si te entiendo Remedios. Eres genial. Lo que quieres decir es que ese dineral que obtendrían con el cartelito nuestros hombres de la "cosa pública" sería un dinero ganado honradamente y a la luz pública. Que a ningún periodista-publicista se le podría acusar de corrupción. Sería una ligereza hacerlo. Que los periodistas pueden mostrar a nuestros políticos que aquél que sabe atraer al público puede poner precio a su actuación. Puras leyes del mercado.
Eso es. Me has entendido muy bien. Hay que parar la corrupción con las leyes del mercado. Todos los políticos se harían ricos. Y también los sindicalistas, ¿por qué no?. No te digo los periodistas, que ya han empezado a ganar buenos dinerales invitándose entre ellos ante la tele. Son listos. Pero no todos los cartelitos tendrían el mismo precio en el mercado. Por ejemplo, los políticos gordos podrían llevar cartelitos más grandes en los mítines electorales en las plazas de toros, y eso valdría más dinero. En cambio Mª Teresa Fernández de la Vega encontraría poco soporte para llevar bien el cartelito y desmerecería en precio.
O sea Remedios, quieres decir que la corrupción sería inútil por innecesaria porque los políticos podrían asegurar una buena jubilación con dinerales ganados honradamente con el cartelito. Incluso algunos verían que hasta el honor quedaba a salvo dejándose llevar por las reglas del mercado: todo permitido, nada exigido, todo respetado. Como en el amor.
O sea, lo que quieres decir, Remedios, es que o los políticos adoptan rápidamente el "cartelito" o seguirán proliferando los casos de corrupción. Con el imperio de la doctrina social agnóstica de la honradez no parece que vayamos a parar ni el escándalo ni el despretigio de la clase política.
Eso es Socorro. Vaya si me has entendido.