Esto de condenar a los criminales, pero oponerse a su persecución, es como oponerse a los incendios pero también a que actúen los bomberos. O como oponerse al cáncer pero también a su tratamiento.
Condenar la violencia terrorista es necesario para poder homologarse en una democracia. Es necesario, pero en absoluto suficiente. ¿Qué pasaría si mañana Batasuna, sólo para evitar su ilegalización, condenara la violencia? ¿Dejaría de ser lo que es solamente por eso? ¿Habría que premiarles con la legalización sólo porque hubieran aprendido a disimular? ¿O solamente añadirían a sus galones el de la mentira y la hipocresía? Y esto cuando, contrariamente a lo que a veces se cree, Batasuna no ha sido ilegalizada por el mero hecho de no condenar la violencia.
Por otro lado, ¿en qué se diferencia alguien que directamente apoya el crimen de alguien que lo condena pero se niega a perseguirlo? ¿O en qué alguien que se opone al cáncer pero también a su tratamiento? A efectos prácticos, ¿cuál sería la diferencia entonces con alguien que estuviera a favor del cáncer o favor del crimen? Si no hay otra diferencia, la única diferencia es sólo de boquilla.
Para más INRI, resulta que Nabai sí que suscribe declaraciones que apoyan a la policía en Madrid, sólo que luego las rechaza en Navarra. ¿En cuál de las dos ocasiones es incoherente e hipócrita, señor Maiorga?
Por no mencionar alguna otra tontería de Txentxo, como que Nabai se opone a que se persiga a los autores de los crímenes que condena porque está en contra de la Ley de Partidos. Como si a los autores materiales de los últimos asesinatos se les fuera a aplicar la Ley de Partidos.
Ridículas también las alusiones a torturas u otras violencias de otro signo. Ninguna de las declaraciones institucionales que se ha negado a suscribir Nabai, como es evidente, incluyen apoyo alguno a las torturas ni a otras violencias.
Nabai debe explicar, y si no se le debe exigir que explique, si está a favor de la impunidad de los terroristas que ponen bombas a la gente y les pega tiros en la nuca. Si no lo está, que explique entonces por qué se opone a que los persiga la policía. A ver si es que Nabai cree que a los terroristas, en vez de los policías, deben perseguirlos los funcionarios de correos o los empleados de Telefónica.
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