Primero se presenta como absolutamente clave, con tintes incluso dramáticos, la importancia del escaño de Nabai. De los 350 escaños, utilizando las cuentas del Gran Capitán, sólo decide el de Nafarroa Bai. La idea-fuerza es que Nafarroa Bai decide en Madrid.
Segunda idea-fuerza: Nabai es “la decisión navarra”.
Tercera idea: la encarnación de todo esto es Uxue Barcos.
Un servidor, ante todas estas patrañas, no puede sin embargo dejar de sentirse impresionado, de ahí el título de mi artículo. Porque es cierto que Uxue Barcos, puede ser determinante, pero lo mismo que un diputado del PSOE que, pongamos por caso, se quedara encerrado en el baño justo antes de una votación. Admito, eso sí, que la mía es una forma más prosaica que la del Diario de Noticias de poner de relieve el valor de uno sólo de los 350 diputados. Sin embargo, es más justa.
No menos llamativo es que la decisión de Nafarroa Bai, una colección de partidos no navarros que sólo representa el 23% de los votos, de repente se convierta en “la decisión navarra”. Basta ya de que Nafarroa Bai se arrogue siempre el derecho a hablar en nombre de Navarra, no tengo el estómago de un socialista crítico de la Ribera para poder soportarlo.
Finalmente, creo que una responsabilidad tan enorme como la de Uxue exige dedicación exclusiva. Cada vez que Uxue venga al Ayuntamiento de Pamplona, Navarra se queda sin voz en España. No puede ser. Cada vez que Navarra tenga que hablar en España, Pamplona se queda con una concejal menos. No puede ser. Uxue no puede rendir lo mismo que otro diputado, o lo mismo que otro concejal, rindiendo al 50%. Navarra y Pamplona merecen más. Cabe pensar, incluso, que hay un cierto desprecio al puesto de concejal de Pamplona, y es que una cosa era ser alcaldesa y otra concejala. No sé si hay algo de eso, pero lo parece.