Pero no solamente porque volver a conseguir que nuestra sociedad se sienta engañada resulta impensable, sino porque existen argumentos de mucho peso, tácticos y estratégicos para rechazar sin dudar estos presupuestos. Y además en esta ocasión estatutariamente lo decidimos aquí. Como todavía no está decidido, cuando se haga aunque no me guste lo acataré disciplinadamente, me permito apuntarlos brevemente.
Durante los últimos años hemos criticado, con razón, las políticas sociales de UPN, especialmente en el campo sanitario, educativo, cultural, y de bienestar social. Por lo poco que conozco su intención es seguir por el mismo camino, incluso manteniendo su columna vertebral en forma de consejeros-as. ¿Cómo entonces podemos justificar ahora nuestro apoyo? Más aún teniendo en cuenta una máxima de mi respetado Rafael Gurrea cuando afirmaba al quedar fuera de la negociación presupuestaria: “os daría todo lo que pidierais…, si después lo voy a gestionar yo” ¿Queda claro el mensaje? ¿O no nos ha quedado claro en ocasiones anteriores?
¿Cómo podemos apoyar un presupuesto a quien no hace lo recíproco en Madrid? Esta vez las hemos pasado canutas para sacarlos adelante y UPN ha hecho, como siempre, lo que le ordenó el PP. ¿En un momento de presión asfixiante a nuestro gobierno, vamos a darles oxígeno aquí? ¿Se va a interpretar que sólo lo hacemos por la gobernabilidad de Navarra? Pero si Navarra seguirá su desarrollo independientemente de este rechazo.
Si de verdad queremos nos crean que vamos a ser una oposición real, de izquierdas, eso tiene que comenzar a demostrase por el rechazo a estos presupuestos. No podemos, no debemos dejar ese campo libre a Na Bai, sería suicida..
Una regla de oro para un partido mayoritario, y nosotros tenemos vocación de serlo, que pretende recuperar el poder es no apoyar los presupuestos, eso se queda para los minoritarios. ¿Acaso el PP lo ha hecho en estos cuatro años?
Dejo para el final la que me parece la razón fundamental. Los dirigentes de un partido político deben guiarse en su praxis por la doctrina emanada de sus documentos congresuales. En los nuestros, en la ya famosa página 6, se señala la imposibilidad de un pacto con UPN. ¿No sería pacto aprobar sus presupuestos en las circunstancias actuales? ¿Podrían interpretarlo nuestros afiliados y votantes como una traición al espíritu y la letra de esos documentos? ¿Supondría un nuevo jarro de agua fría para ese sector de izquierdas, que duda entre votarnos o abstenerse en las próximas elecciones? Y el interrogante fundamental: ¿Qué gana UPN, y que perdemos nosotros?
Por eso aplaudo las palabras de Roberto Jiménez. No vemos ahora las bases mínimas, y que tenga claro Roberto que tampoco las vamos a ver en el futuro próximo. Sí podemos verlas cuando después de las elecciones de Marzo, más aún si las ganamos como deseo, podamos volver a intentar la creación de un gobierno de progreso para Navarra. Si fuera así y nos correspondiera hacer los presupuestos de 2009; ¿alguien cree que los aprobaría UPN? Digo más: ¿Si estos presupuestos los hubiera elaborado el tripartito los habría aprobado? Por supuesto que no, porque la derecha sabe perfectamente ejercer, no siempre con lealtad y honestidad, la oposición. Como lo está haciendo allí donde gobierna la izquierda, no dando a nuestros gobiernos ni agua.
Estos no son nuestros presupuestos, ni lo van a ser con leves retoques. Por eso si no queremos cometer un error histórico, y más después de lo que ha llovido, no debe existir ninguna duda para su rechazo. Con el convencimiento de que desde la lucidez y la coherencia es la única hipótesis que manejan mis dirigentes regionales. Otra cosa sería…………….terrible.
José Luis Úriz Iglesias (Portavoz PSN en el Ayuntamiento de Villava-Atarrabia).