Me explico. Desde hace algunos años los “asesores” del presidente han considerado que UPN tiene una bolsa de votantes cautivos que no podrán tomar otra opción que la de sus siglas, por lo que animaron a Sanz para que apostase por captar votos en los “caladeros” del centro-izquierda. Para ello había que estar cerca de los sectores más progres, nombrar personajes provenientes de los mismos ámbitos que algunos de esos asesores, y distanciarse de la derecha.
Ahora, en el caso de ruptura del pacto con el PP la aritmética electoral que se plantan es la misma. Es posible que UPN pierda un pequeño número de escaños en el parlamento foral en beneficio del PP que únicamente podrían buscar alianzas con los regionalistas.
Así que para mantener el poder se cambia la estrategia buscando como socio de gobierno al Partido Socialista y se mantiene la misma teoría del voto cautivo. Ahora bien, habría que preguntarse ¿Está garantizada la lealtad del PSN? ¿También en el caso de que los socialistas pacten con los nacionalistas en Euskadi? ¿Y si Zapatero se volviese a plantear hablar de la paz en el país Vasco?
En mi opinión esos “asesores” próximos al Presidente lo que van a conseguir es la división de todos los que pensamos de forma similar, que el PSN vuelva a hacerse con la presidencia del Gobierno de Navarra y Barcina se quede fuera de juego como líder regionalista. También es posible que esto Sanz lo haya valorado ya y haya llegado a la conclusión que es el precio que hay que pagar para que los nacionalistas no lleguen al poder y además…….. él ya no sería el damnificado.
Perico Larrate.