Hoy, como ayer, el PSOE siembra la duda, genera discordia, despliega mentiras con una única finalidad: ganarse el voto de aquellos que, como el actor, Alberto San Juan piensan que "La Iglesia es una catástrofe que insiste en jodernos la vida". -Evidentemente al escuchar bramar a este bufón mi postura se reafirma: ¿Cine español? ¡No gracias!. Bastante les pago sin pasar por taquilla-. Los políticos del PSOE, el de los “Cien años de honradez” y “Queremos un gobierno que no mienta” no salen de la bufonada, la mentira y el chiste provinciano. Los actores, como criadas mantenidas por el señoríto les brindan todo el apoyo que pueden, con lo que la payasada es de lo mas colorida y hortera, y tiene su efecto: lo importante es la alegría: el pan y el circo.
Por otro lado Izquierda Unida (Izquierda Hundida expresaría mas la realidad de esa federación de partidos) no muestra nada nuevo, y como casi siempre, se apunta al linchamiento de la Iglesia. Sin ningún tipo de vergüenza propone un nuevo decálogo para tratar de cerrar la boca a todos los católicos y extirpar el derecho a expresar públicamente esa condición. Un decálogo típico de las dictaduras que tanto idolatran los amigos de Izquierda Unida: República Popular de Corea, China Popular, Cuba, etc, etc. Nada nuevo. Mas bien se trata de un decálogo con intenso olor a rancio.
Toda este sainete y básico ejercicio de propaganda a cuento de las actuaciones y posicionamientos de los Obispos y de la Iglesia debería hacer reflexionar sobre el clima y el ambiente de crispación y enfrentamiento que se está generando en la sociedad española. ¿No hay en la izquierda ningún líder que, honestamente, sea capaz de decir, como dijo Ortega a la izquierda de la II República: “no es eso, no es eso”? ¿No hay ningún socialista que no sea capaz de denunciar que no es normal la “Alegría” cuando atravesamos la mayor cifra de paro en España desde hace mucho tiempo?
Siguiendo con esta farsa…pongamos las cosas sobre su sitio. El Partido Popular permaneció en el poder desde 1996 hasta marzo del 2004. Durante ese período el gobierno del PP no tubo ningún interés en modificar la socialista ley del aborto. En ese tiempo la cifra anual de abortos aumentó escandalosamente de 51.000 a 80.000. En 1998 el PP generalizó el uso de la píldora RU-486 como otra forma de aborto. En el año 2001 el PP implantó el reparto de píldoras poscoitales. En el 2003 modificó la Ley sobre Técnicas de Reproducción asistida. La Conferencia Episcopal Española y multitud de Obispos emitieron comunicados de crítica hacia las políticas contrarias a la vida y la dignidad del Partido Popular. Como no podía ser de otra manera. La Iglesia no está ni con unos ni con otros, a pesar de la propaganda.
Algunos de los documentos elaborados por la CEE durante el Gobierno del PP y de nítida crítica moral hacia las actuaciones de ése partido están al alcance de la mano:
"El aborto con píldora también es un crimen" 18 de Junio de 1998
"Ante las próximas elecciones generales" 17 de febrero de 2000
"La píldora del día siguiente, nueva amenaza contra la vida" 27 de abril de 2001
"La familia, santuario de la vida y esperanza de la sociedad" 27 de abril de 2001
"Una reforma para mejor, pero muy insuficiente" 25 de julio de 2003
Especialmente grotesco resultó ver como la izquierda defendía el derecho de los Obispos a emitir su juicio moral sobre la guerra de Irak cuando la Conferencia Episcopal Española emitió la nota sobre la grave situación de Irak.
“La paz, don de Dios e imperativo moral” , 19 de febrero de 2003
Un extracto de la nota:
“En el momento actual, hay que agotar todos los medios pacíficos para evitar la guerra y, en todo caso, respetar la legalidad internacional en el marco de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”
Incluso IU solicitó en el Congreso al Gobierno que se otorgase al Papa Juan Pablo II la medalla de la Gran Cruz de Isabel la Católica por su condena a la guerra de Irak. Rían ustedes mismos mientras lo leen de manos del diario El País. El mismo Llamazares que parloteaba aquella conciliadora frase de “cría obispos que te sacarán los ojos” quería poner una medalla al Papa. Típica escena de cine español.
El esperpento ha sido mayor, si cabe, cuando la Junta Islámica ha pedido el voto de los musulmanes para partidos progresistas. Ni PSOE ni IU han salido a protestar por esa injerencia política de los clérigos. Ningún actor a bramado insultos contra ellos. Claro, son musulmanes y les van a votar a ellos. Y además no son como los obispos, que encima les perdonan, éstos no pregonan el perdón a tu adversario precisamente… ¿Se puede ser mas mezquino? Dudo que se pueda pero si se puede lo serán, y los comediantes nos lo representarán.
¿Gobernando el PP los obispos podían hablar y gobernando el PSOE deben callar? Sin embargo los imanes sí pueden pedir el voto progresista ¿Por qué?. Todo esto parece propio de una dictadura. Gobernando el PP el Obispo de Roma merecía una medalla y hoy los obispos son tratados de inquisidores. Es absurdo.
Lo mas triste de todo esto es ver como hay algunos que se dicen cristianos que, frente a estas manipulaciones del poder, frente a éstas expresiones de tiranía tragan lo que les echan, desconfían de la jerarquía sin mas razonamientos y no miran mal a esta izquierda resentida que solo busca el poder.
Algunos, incluso les votan.